-¿Recuerda que usted denunció a su pareja el 16 de noviembre de 2019?- ha preguntado la fiscal a la denunciante.
-Sí, porque me intentó quitar la vida tirándome por una ventana. Yo había quedado con una compañera de trabajo para tomar un café y que me ayudara para salir de esa casa. Le dije a mi compañera: 'Cuando llegue me mata'. Subí a casa y me estaba esperando. Me metió en el cuarto de baño y me estrelló contra la bañera. Salí del baño a la cocina como pude y me quiso tirar por la ventana. Menos mal que de la sangre de mi mano se escurrió y me pude escapar.
La mujer ha explicado que a los dos días de llegar a Mallorca empezó a sufrir malos tratos por parte del acusado y ha recordado algunas agresiones sexuales . «Me dijo que yo era su mujer y que me tenía que acostar con él por huevos. Yo tendría que haber ido al hospital porque estuve un par de días sangrando. En la vida me imaginaría yo que un hombre fuera así de malo», ha apuntado. «Yo me quedé en los huesos, parecía que venía de África».
Las tareas del hogar las hacía ella, según ha contado ante el tribunal de la Sección Primera. «Yo cuando llegué aquí a Mallorca y vi dónde me había metido me hinché a llorar. Me metió en una casa que se caía a cachos, me insultaba y me decía que tenía que hacer la comida. Me decía que para eso están las mujeres, para hacer las cosas de la casa». La perjudicada ha manifestado que el procesado le ha arruinado la vida. «Me dejó totalmente tocada este señor», ha concluido.
El acusado, que ha declarado en último lugar, ha negado los hechos. «El motivo de todas las discusiones es porque yo me quería ir a Fuengirola porque no encontraba aquí el trabajo que yo quería», ha asegurado el hombre. «Yo soy una persona incapaz de forzar a nadie, eso se hace consensuado, jamás hubo ni una obligación». El enjuiciado ha apuntado que solo estuvo en la Isla dos semanas y que fue ella la que le dio un puñetazo en la boca. «Yo le cogí las manos para que no siguiera golpeándome».
-¿Cómo es posible que tanto el compañero de piso como la denunciante lo ubiquen en la barandilla?- ha preguntado la representante del Ministerio Público.
-No lo sé, eso en ningún momento ocurrió. Y el testigo ese día no estaba...
El enjuiciado ha asegurado que no es machista. «Para nada, ella tampoco es que fuera Don Limpio. Yo soy aplicado en mi casa, me hago mi comida, mis tareas...».
La Fiscalía reclama una condena de 14 años de cárcel para el hombre por un delito de agresión sexual, dos de lesiones y uno de amenazas y que indemnice a la víctima con 12.245 euros por las lesiones causadas y el daño moral.
Una compañera de trabajo de la mujer ha comentado que una noche le llamó llorando diciéndole que su pareja le había pegado una paliza. «Me acuerdo que llamé a la policía, la recogí en su casa y me la llevé a la mía», ha apuntado. «Yo no me acordaba ni quién era ella...se acordaba más mi hija que yo».
Un policía local de Inca que acudió al domicilio en el que se produjo la agresión el 15 de noviembre ha declarado que la víctima se encontraba en la calle y presentaba un corte. «Nos manifestó que había sido agredida por su pareja sentimental. Subí con mis compañeros y la Guardia Civil a la vivienda. Solo estaba el sujeto, que acabó detenido. No recuerdo haber visto mobiliario roto, lo único que recuerdo es que a la señora le preguntamos si tenía algún tipo de arma y nos dijo que tenía cuchillos, pero no opuso resistencia a la detención».
«Vi que la tenía cogida un poco del cuello»
Por su parte, el compañero de piso de la pareja ha señalado que los dos son personas que le han dado problemas y prefiere no encontrárselas. El testigo ha recordado cómo fue la agresión denunciada. «Vi que la tenía cogida un poco del cuello y me daba la impresión de que la iba a tirar al patio interior. Yo antes de que pasara nada me levanté y los separé. Primero saqué a uno de la casa y luego al otro. Cuando vi que vino la Policía ya me quedé tranquilo y me fui a trabajar, que llegaba tarde».
El hombre ha indicado que cada día discutían entre ellos y que el procesado era «un poco machista porque decía que las tareas de la casa obligatoriamente las tenía que hacer la mujer. Si llegaba a casa y no estaba la comida preparada ya había bronca». La pareja, según el testigo, era muy mentirosa. «No te puedes fiar de ellos», ha afirmado.
Los hechos se remontan a principios de noviembre de 2019, según recoge el Ministerio Público en su escrito, cuando el hombre se encontraba en el domicilio que compartía con su mujer en Inca. El acusado mantuvo una discusión con la víctima y le pegó dos puñetazos en el hombro. A continuación, le dijo: «Tú a mí no me dejas, que si no te mato».
El procesado en torno al 12 de noviembre agarró fuertemente de los brazos a la perjudicada mientras esta le decía que no le tocara y se colocó sobre ella y la violó mientras le decía: «Tú eres mi mujer y te tienes que acostar conmigo». Días después el hombre llamó a su pareja para que volviera a casa y cuando la perjudicada regresó a la vivienda la agarró de la coleta y la introdujo en el cuarto de baño donde le propinó dos puñetazos y luego la estrelló contra unos platos que tenía en la cocina. La mujer sufrió policontusiones y dermoabrasiones a consecuencia de la agresión.
5 comentarios
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Alberto comensañaLa que a ti te falta....
De tres espletscomprensio lectora 0
Insultos que se le pueden decir a una mujer?....
Creia que els simis prehomidids s' havien extingit.
El testigo afirma que ella es una mentirosa. Jaque mate.