TESTIMONIOS

Exresidentes del Sol y Mar: «Pedimos pasar a recoger nuestras pertenencias»

Varias personas aseguran haber denunciado a los gestores del apartahotel y también se sienten «estafados»

Uno de los exresidentes en el Sol y Mar que reclama poder entrar a recoger sus pertenencias. | F.F.

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Caía la tarde del jueves y lentamente, prudentes ante la presencia de agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de Son Servera, un reducido grupo de personas se acercaba a la puerta con la que los cuarto okupas del Sol y Mar tienen contacto con el exterior. Fueron los únicos que respondieron a la llamada, a la concentración de los que dicen ser exresidentes en el interior del apartahotel hasta, dicen, haber sido «desalojados» por los gestores del establecimiento días atrás.

«Yo empecé a vivir el pasado 15 de noviembre, apenas venía a dormir, pero cuando llegué el otro día, no me dejaron pasar», explica uno de los afectados, que eleva la cifra de residentes en «unos veinte, por lo menos», señalando la presencia «de dos niños, al menos», algo que los gestores del recinto e incluso los vecinos desmienten, generando un cruce de acusaciones y opiniones entre todas las partes.

Uno de los afectados muestra la llave de un apartamento del Sol y Mar. Foto: F.F.

Entre diciembre y enero llegaron los otros dos, quienes han denunciado a los responsables del apartahotel Sol y Mar y, sabedores de lo difícil de la situación, «nada más que pedimos pasar a recoger nuestras pertenencias», reclaman, asegurando que todavía tienen algunos enseres, ropa y objetos personales en esas habitaciones cuyos bombines fueron cambiados de nuevo por los gestores del establecimiento.

Tirados

Uno de los afectados, que acudieron a prestar apoyo y animar a los cuatro que siguen dentro, muestra el juego de llaves que se le dio en el momento de pagar. Uno recuerda que entró el pasado 10 de enero, «y me dieron tres meses para darme el contrato, y nunca más se supo; ahora me siento estafado y en la calle», pese a haber encontrado acomodo en casa de un familiar.

«He pagado dos meses de alquiler, mil euros en total. Y luego me cambiaron la cerradura. He perdido mi dinero por fiarme de alguien que decía que me iba a hacer un contrato y no ha cumplido, ha desaparecido», dice resignado uno de los presentes, que también pide poder acceder a recoger algunas pertenencias, «nada más», además de haber denunciado también a la administración del Sol y Mar.

«Soy trabajador y no puedo pagar un alquiler. Me basta ahora mismo con un sofá», refiere otro de los protagonistas, que prefiere esconder su identidad y rostro. «Llevo 25 años aquí, trabajando en la hostelería y nunca me pasó algo igual», añade uno de los asistentes a un encuentro vigilado en todo momento por la fuerza pública y que se disolvió por el fuerte viento, frío y amenaza de lluvia que este jueves vivió Cala Bona.