Los hechos tuvieron lugar en plena tarde en la calle Pere Garau, cuando los agentes recibieron una llamada en el 091 en la que un policía franco de servicio manifestaba haber visto como un individuo agredía a otro con una patada en la cabeza para posteriormente tratar de arrebatarle la mochila. En la misma llamada, afirmó que estaba realizándole un seguimiento al autor de la agresión.
Una vez en el lugar de los hechos, los agentes detuvieron al sospechoso y entrevistaron a la víctima. Ésta manifestó que se encontraba en la calle y el detenido le dio una patada en la cabeza sin antes haber intercambiado palabra. A su vez, insistió que intentó robarle la mochila, pero evitó que se la pudiera llevar.
Momentos más tardes, los mismos agentes fueron requeridos por unas personas que aseguraron que en el interior del autobús, un varón les había quitado el móvil a uno de ellos, pero consiguió recuperarlo. Sin embargo, el detenido se dirigió hacia otra pasajera, que al ver los hechos anteriores, se preparó para agarrar con fuerza su teléfono y consiguió mantenerlo.
Por estos motivos, los funcionarios procedieron al arresto de este joven de origen marroquí como presunto autor de un delito de robo con violencia y hurto.
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VOX.