La acusada, asistida por un intérprete de ucraniano, en el juicio celebrado en Palma. | R.S.

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La mujer ucraniana acusada de obligar a su hija a cantar en el Parc de la Mar de Palma para pedir limosna ha sido absuelta. La jueza sostiene que no ha quedado demostrado de que la niña fuera utilizada para mendigar: «La prueba constata que no hubo mendicidad ni utilización de menores, por lo que la dignidad de la hija quedó intacta, ya que se trató de un intento altruista de recaudar fondos para Ucrania».

La sentencia recoge que la acusada acudió con su hija de 10 años sobre las 21.20 horas del 27 de julio de 2022 al Parc de la Mar. La menor vestía con un traje regional de Europa del Este y la intención de la mujer era que su hija cantara para destinar fondos para la guerra de Ucrania. La enjuiciada colocó en los pies de la menor una bandera de su país y una cajita para recaudar dinero.

La mujer declaró en el juicio que su hija canta profesionalmente y que la práctica de cantar para recaudar fondos era costumbre de otros niños ucranianos desplazados por la guerra. Además añadió que recaudaron «unos 15 o 20 euros» y que el dinero lo iba a destinar a ayudar a la asociación Sal y Ayuda, que se encarga de recaudar fondos para Ucrania. La acusada, en el momento que ocurrieron los hechos, tenía estabilidad laboral y económica, sin necesidad alguna de mendigar.

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«Mi hija canta bien y decidió recaudar dinero a su manera con la intención de ayudar a su país poco después de empezar la guerra», declaró la mujer. En la vista oral comentó que decidió venir a España con su familia cuando empezó la contienda bélica. «Su declaración queda corroborada por el informe aportada por la organización benéfica para la ayuda de desplazados ucranianos denominada Sal y Ayuda», indica la sentencia.

«Queda constancia de que la acusada es abogada y que está de prácticas en un despacho. La asociación le pidió que su hija cantase en un evento benéfico en Natura Parc y que el 17 de mayo de 2022, a propósito de otro evento de visita histórica al casco antiguo, ofreció que su hija cantase en el Parlament». El representante legal de la asociación Sal y Ayuda manifestó que la acusada tiene ingresos, que paga el alquiler y que no tiene problemas económicos.

La Fiscalía solicitaba una condena de ocho meses de prisión para la mujer, que fue defendida por la abogada Maria Magdalena Vila, por un delito de utilización de menores para la mendicidad.