Los hechos se remontan, al menos, desde enero de 2014 a diciembre de 2015. La sentencia consideró probado que la trabajadora, que llevaba unos 15 años en la empresa, se fue apoderando, ya que era de las pocas personas que tenía la llave del establecimiento, de productos de perfumería que sobrepasaban los 24.650 euros, según estimó la empresa. Dicha cantidad, que tendrá que abonar a su exempresa, quedó finalmente fijada en 10.000 tras una «ponderación a la baja» determinada por la juzgadora.
La procesada siempre seguía el mismo modus operandi. Acudía a primera hora de la mañana a llevarse los perfumes y posteriormente anotaba los productos que sustraía como «robados por desconocidos». La empresa tras sospechar quién estaba detrás de la importante falta de productos tomó una serie de medidas para dar con la ladrona. El 24 de diciembre de 2015 se personaron en las instalaciones la encargada del departamento de perfumería de la multinacional, la encargada general y la abogada de la empresa. La acusada reconoció los hechos ante sus superiores porque tenía problemas económicos, entregó las llaves y firmó su baja voluntaria.
A pesar de todo lo anterior, su abogado recurrió la sentencia impuesta por un juzgado de lo Penal al creer que no existía prueba objetiva de que la mujer se apoderara de dichos perfumes y explicó en su recurso que todo se basó en «conjeturas realizadas por los testigos, no avaladas por ningún otro objetivo que las refuerce y en consecuencia no puede ser suficientes para enervar la presunción de inocencia».
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
ToniYo creo que los abogados deberían tener un poco de etica y no tendrían que hacer mentir a sus clientes para defenderlos y de paso colgarse una medallita ellos por buen manipulabogado.
O sea que acepta ser la ladrona, firma la baja voluntaria y ahora la abogada le da la vuelta a la tortilla y dice que nada es verdad, al final terminaran culpando a la empresa por autorobo, en fín como decía Peret, juicios tengas y los ganes