El entrenador de baloncesto de Felanitx, custodiado por la Guardia Civil, en los juzgados de Manacor. | Alejandro Sepúlveda

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La Fiscalía reclama una condena de 47 años de cárcel para un entrenador de baloncesto de Felanitx por abusos sexuales continuados a seis jugadores menores de edad. Las víctimas tenían en gran consideración al acusado, lo veían como un referente al que admiraban y respetaban.

Los hechos, según el relato del Ministerio Público, se produjeron entre 2015 y 2021 en los domicilios de los niños o en la vivienda del abuelo del procesado, donde pasaba el verano. Las víctimas tenían entre 9 y 17 años.

Amistad

El acusado, de 27 años y nacionalidad española, comenzó a entrenar a uno de los jugadores cuando tenía 10. Los padres del niño dejaban que lo cuidara por la amistad que unía al entrenador y a la madre del menor. Corría el año 2015. El entrenador acompañaba a algunos de los deportistas a los entrenamientos o a los partidos. Los iba dejando en sus casas hasta quedarse a solas con el perjudicado en el coche, donde le realizaba tocamientos.

Los episodios se fueron incrementando a medida que avanzaron los años. El encausado, cuando el menor contaba con 13 años, le invitaba a su domicilio con la excusa de jugar a la videoconsola. Una vez allí, el hombre aprovechaba para abusar de él. A partir de esa edad el entrenador realizó tocamientos y felaciones al menor cuando se quedaban a solas en el vehículo o en el domicilio del hombre. Toda esta situación se mantuvo entre 2015 y 2021 y el menor ha sufrido grave malestar emocional, sentimientos de culpa, vergüenza y miedo.

No fue la única víctima durante esos años. El entrenador de baloncesto realizaba la misma conducta con al menos otros cinco menores. Con uno de ellos aprovechó la buena relación que le unía con su familia para acompañarle en su coche a entrenamientos y partidos. Tenía solo 10 años. Al volver de uno de los traslados, por la noche, aparcó el vehículo en la parte trasera de un polideportivo y mostró al niño un vídeo pornográfico para excitarle y realizarle tocamientos.

Durante las mismas fechas, el acusado invitaba al menor a acudir al domicilio de sus abuelos en Portocolom. Una vez allí, mientras se encontraban en la cama, el entrenador le mostró vídeos pornográficos mientras se masturbaba y sometía a tocamientos al menor.

A otro de los perjudicados lo conoció cuando tenía 10 años. El niño comenzó a ver a su entrenador como un referente y procuraba complacerle en lo que le requería con tal de conseguir su aprobación y evitar decepcionarle. Cuando la víctima cumplió 15 empezó a sufrir abusos por parte del acusado, que le invitaba a acudir a su domicilio para jugar a la videoconsola y manosearle. El menor, según indica el fiscal en su escrito, había terminado por normalizar la situación.

En una fiesta celebrada en casa de uno de los jugadores, el entrenador siguió al adolescente hasta el cuarto de baño y le pidió que le hiciera una felación. El menor se negó e intentó salir, pero el acusado le agarró del brazo y le dijo: «Entre amigos no pasa nada». El perjudicado, finalmente, consiguió zafarse y se marchó de la vivienda.

WhatsApps

El acusado, «con tal de ejercer presión psicológica sobre el menor», comenzó a enviarle mensajes de texto como «no te costaba nada», «un poco decepcionado sí que estoy» o «mi primera y última vez era contigo y me hacía ganas hoy pero entiendo que a ti no». El hombre aisló del grupo de entrenamiento a este adolescente y lo criticó ante el resto del equipo pidiendo a sus compañeros que no se juntaran con él.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor detuvo al entrenador de baloncesto en julio de 2021 por abusos sexuales continuados a seis jugadores y fue expulsado del club a raíz de estos hechos. La Fiscalía, además de la condena de 47 años de cárcel, solicita que indemnice a las seis víctimas con 91.000 euros. Los perjudicados recibirán entre 9.000 y 24.000 euros por los daños morales sufridos durante todos estos años.