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El cantante Miquel Roldán también será juzgado por haber quebrantado la orden de alejamiento del exalumno que le denunció por acoso. El músico y profesor se sentará en el banquillo de los acusados de un juzgado de Palma el próximo mes de enero. La Fiscalía reclama para Roldán una multa de 5.400 euros por un delito de quebrantamiento de medida cautelar.

El Ministerio Público recoge en su escrito, al que ha tenido acceso Última Hora, que el juzgado de Instrucción número 11 de Palma prohibió al cantante comunicarse y acercarse a menos de 300 metros del joven. El músico, sin embargo, incumplió la orden de alejamiento el 19 de noviembre de 2022 cuando acudió al club Pádel Factory de Son Castelló, donde el denunciante jugaba un torneo. Miquel Roldán estuvo en el club "unos 30 o 40 minutos" tras haber visto a su exalumno en el recinto deportivo.

El abogado del músico en su escrito de defensa pide la absolución. El letrado niega las acusaciones y asegura que el denunciante ha faltado a la verdad y ha conseguido confundir al Ministerio Fiscal.

El cantante, que desapareció de forma voluntaria la pasada Nochebuena, también será juzgado el próximo mes de abril por presuntamente haber acosado a su exalumno. La Fiscalía solicita una condena de un año de cárcel para el músico y que indemnice a la víctima con 600 euros por los daños morales.

La Abogacía de la Comunidad Autónoma, por su parte, solicita una condena de un año y medio de prisión y aporta como prueba del acoso un tema de Roldán: Mejor decirlo en forma de canción. El músico, según el escrito del Ministerio Público, había sido profesor del menor en un colegio y, a finales de 2020, comenzaron a jugar partidos de pádel en Marratxí. El adolescente decidió dejar de mantener la relación de amistad con el docente al no sentirse cómodo por la confianza que cogió con él y la diferencia de edad.

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El cantante, según la versión de la acusación pública, intentó ponerse en contacto con la víctima enviándole mensajes por WhatsApp y redes sociales. Roldán acudía a los torneos de pádel en los que participaba el menor e intentaba concertar partidos con él a través de una aplicación.

El joven lo bloqueó en todas las redes, pero el músico se llegó a presentar en casa de su padre y en su instituto para que le explicara por qué no quería relacionarse ya con él. Estos hechos provocaron una situación de angustia en la víctima, que ya es mayor de edad. El 17 de diciembre de 2021, el juzgado de Instrucción número 11 de Palma prohibió a Roldán aproximarse o comunicarse con el menor. Roldán, indica la Fiscalía, quebrantó esta orden de alejamiento el 19 de noviembre de 2022.

El músico se dio a conocer después de su desaparición voluntaria la pasada Nochebuena. Miquel Roldán publicó en su Facebook el videoclip de la canción Aún me acuerdo de ti en el que aparecía el exalumno que le ha denunciado. "Me iré sin entender por qué y me voy a arrepentir de lo que hice por ti. Pero si voy a morir no me iré sin decir que aún me acuerdo de ti. Tal vez es mejor así, yo al otro lado y tú aquí", dice la canción. En el vídeo musical que difundió el cantante aparecía lanzándose a las vías del tren. «Mi última canción», escribió cuando compartió el videoclip.

Su madre comentó en la red social que su hijo había dejado una carta de despedida y pedía ayuda urgente para localizarlo. Las horas pasaban y nadie tenía noticias del cantante. Roldán, cuatro días después, dio señales de vida desde una finca a las afueras de Manacor y pidió disculpas a través de la página web de su grupo en la que aclaró que la canción le parecía «perfecta» para dejar la música.

«Que la última canción de un músico termine con el suicidio del propio músico... a nivel metafórico me parece brutal», escribió Roldán. En la publicación en su web, bajo el título ¿Por qué?, explicó que la carta que dejó no era una despedida. La desaparición de Roldán se hizo viral. «La noticia corrió como la pólvora y en apenas unas horas media Mallorca estaba buscando un cadáver. Eso no se parecía en nada al juego de detectives que yo había diseñado, y no tenía ninguna gracia».