La acusada, custodiada por un policía nacional, este martes en la Audiencia de Palma. | ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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La Audiencia de Palma ha aplazado al miércoles 20 de diciembre el juicio contra la mujer que envenenó a sus dos hijos menores de edad en Manacor. El tribunal de la Sección Segunda ha decidido este martes señalar la vista oral para la semana que viene y así tomar declaración a una serie de testigos después de que su abogada defensora, Belén Porcel, haya llegado a un principio de acuerdo con la acusación particular y el Ministerio Público, que fijarían la pena en 20 años de prisión por dos delitos de intento de homicidio.

Los hechos tuvieron lugar sobre la una de la madrugada del pasado 27 de mayo en la vivienda familiar situada en la calle Pare Andreu Fernández de la localidad. La mujer obligó a sus dos hijos a consumir benzodiacepinas. Les dijo que eran pastillas para los huesos «con intención de darles muerte», según recoge la Fiscalía en su escrito.

Las víctimas se quedaron dormidas hasta la una de la madrugada del 28 de mayo, indica el relato del Ministerio Público. La acusada trató de asfixiar a su hija en dos ocasiones mientras dormían. Primero con los dedos de la mano derecha hizo pinza sobre su nariz y con la izquierda le tapó la boca. La segunda vez colocó a la adolescente sobre ella y le oprimió el cuello con sus brazos.

La niña se despertó a consecuencia de las agresiones y pudo zafarse en ambas ocasiones debido a su complexión fuerte y sus conocimientos de judo. La mujer despertó a su expareja y padre del niño de 4 años, con quien todavía convivía, y le confesó que había envenenado a sus dos hijos con matarratas y que después había ingerido salfumán.

El hombre llamó al 061 y los tres fueron trasladados al hospital de Manacor y después a Son Espases. Los primeros en llegar a la casa fueron los agentes de la Policía Local de Manacor, que pidieron después ayuda a sus compañeros de la Policía Nacional. Los investigadores encontraron en el domicilio varios medicamentos como tranquilizantes y una caja de raticida en la que faltaba la mitad del producto.

La mujer y los dos niños fueron trasladados de manera urgente hasta el hospital Son Espases, donde le realizaron una serie de análisis que dieron positivo en benzodiacepinas. Los menores recibieron el alta en el hospital tres días después.

Los policías que se hicieron cargo de la investigación averiguaron que la mujer habría suministrado tranquilizantes a sus hijos el viernes anterior, lo que provocó que se quedaran profundamente dormidos. Los dos menores, según sostiene la Fiscalía, sufrieron intoxicación medicamentosa.