El acusado, este miércoles, en el juicio celebrado en Palma. | G. E.

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Eduardo M. L. trabajó en un desguace del polígono de Son Castelló, en Palma, y cuando dejó la empresa se quedó con una copia de las llaves. El 10 de abril de 2022, alrededor de las 19.30 horas, el hombre se dirigió a las instalaciones de la sociedad, situada en la calle Gremi Boneters, y 20 minutos después abandonó el recinto.

El exempleado, sobre las 21.20 horas, regresó al lugar y tras forzar una de las puertas interiores se apoderó de un total de 32 catalizadores que han sido valorados en 4.750 euros. A los diez minutos se marchó de la empresa con los objetos depositados en un carro de supermercado. La Policía Nacional abrió una investigación tras tener conocimiento de lo sucedido y detuvo a Eduardo M.L. por un delito de robo con fuerza en local abierto al público fuera del horario de apertura.

El ladrón ha sido enjuiciado este miércoles en una sala del juzgado de lo Penal número 3 y ha aceptado una condena de un año de cárcel por estos hechos. El fiscal ha tenido en cuenta la circunstancia atenuante de reparación del daño después de que Eduardo M.L. haya consignado antes del juicio 4.750 euros por el valor de los catalizadores que se apropió. El delincuente no podrá acercarse a menos de 50 metros del desguace para el que trabajaba durante un año.

El representante del Ministerio Público solicitaba al principio del proceso judicial una condena de dos años de cárcel mientras que el letrado de la empresa afectada reclamaba cuatro años. Este miércoles han llegado a un acuerdo con la defensa del hombre y la pena ha quedado fijada en un año de prisión.