Juicio al juez Penalva y al fiscal Subirán

Con esa decisión se da por terminada la sesión de hoy.

Con la discusión de su presencia o no en una comparecencia, el tribunal admite que declare el fiscal Juan Carrau, «a los solos efectos de que aclare esta cuestión». Solo para preguntarle si estuvo en la vista en la que se adoptaron medidas cautelares contra el comisario Rafael Estarellas.

Continúa el chófer de Gijón. El presidente del tribunal le pregunta por la presencia del secretario en la Sala durante sus declaraciones. Sí que estuvo en algún momento, pero según el testigo no en todo momento. «Viene este señor, luego vuelve a salir, fue bastante caótico».

No consta la grabación oficial del juzgado, así que el tribunal decide no visionar lo que tiene Barinaga en el móvil que es incompleto.

Ahora, el abogado de Penalva y Subirán, admite que no estaba la firma de Carrau en el acta de la declaración de Estarellas, después de insistir ante la testigo que sí.

El gallego no aporta nada. El tribunal suspende diez minutos para decidir si pone el vídeo o no.

Parece que al final sí es una persona que tuvo un piso y lo alquiló al otro testigo. «La única vez que me llamó la policía eran dos para preguntarme por el 'caso Cursach'. Eso fue en la calle».

En el juzgado de paz se han presentado dos personas con el mismo nombre y hay confusión qué gallego es.

Declara ahora el supuesto propietario de un piso en el que se ejercía la prostitución y que fue interrogado por policías de Blanqueo. El fiscal sostiene que se esa declaración, como negaba a otro testigo que sí iba bien para los acusadores, se ocultó. La videoconferencia falla y el testigo dice, que no se acuerda de nada.

Barinaga pide que se vea el vídeo del careo entre la madame y el chófer. Sostiene que lo tiene en móvil. Hay una fuerte discusión en la sala al respecto y se suspende la declaración para hacer una videoconferencia en medio.

Dice que, tras declarar y el careo, la 31 le acusó a él de prostituirse. «Era conocedor que eso lo iba a saber la opinión pública, el juez me dijo que no pasaba nada porque no era delito».

"Subirán me preguntó si se había puesto en contacto conmigo los días previos el señor Gijón. Le dije que sí. Me preguntó que a qué hora y varias veces, le dijo a Iván Bandera: mírale el teléfono. Me lo cogió y me dijo: desbloquéamelo. ¿Cómo no se lo voy a dejar en presencia de un juez? Miró la galería, las fotos de mi abuela".

Dice que en el careo que tuvo con la madame, se aceró y le dijo «hola, Cristóbal». No se llama así. «Ella era una experta en ese sentido y hablaba tan convencida que me hacía dudar».

Antes de su declaración en el juzgado: "Estaba en un banco fuera esperando y entró una chica a la que no conocía, vino a saludarme, me dijo, 'hola como estás, que vienes por lo de Álvaro Gijón'. No sabía muy bien quién era. Me dio dos besos fuera. Fue directa al fondo, donde estaba en despacho del juez y fue directamente a hablar con Subirán, mi sistema de alerta saltó".

Dice que Subirán le dijo que podía ser imputado y que eso implicaba que se iba a ir «a la puta calle».

Subirán tenía su teléfono muy cerca de mi cara y me decía: «Mírame, cobarde».

Dice que su declaración fue grabada con teléfono móvil por Penalva, Subirán y un policía.

Declara el chófer del Ajuntament que fue asignado en algún momento a Gijón y que fue interrogado como testigo tras las declaraciones de la madame en el 'caso Cursach'.

El fiscal dice que, «en mi opinión» la firma de Carrau no es la que aparece en el acta de la comparecencia de medidas cautelares de Estarellas.

A preguntas de la Abogacía del Estado: "Era innecesario que vinieran un domingo por la tarde para detenerlo en presencia de mis hijos. Ya había ido a declarar de forma voluntaria en el 'caso Exámenes'".

La defensa insiste en que Carrau firmó un acta de medidas cautelares tras ese episodio. La testigo no se mueve: se había marchado y plantea si luego lo firmó. La representación de Gijón pide que se le llame a declarar.

La testigo insiste que la frase de Penalva fue clara: "La afirmación fue clara: Si usted declara contra el señor Rodríguez y el señor Gijón le sobreseeremos la causa".

Recuerda los años con su marido imputado: "Era el malo más malo, el más buscado. Cada día era una cosa diferente. Lo metieron en prisión 17 días en Navidad. Ha sido una pesadilla de muchos años".

La abogada dice que, tras escuchar eso, quedó en estado de shock y no supo reaccionar. «Muchos abogados tenían miedo».

"Diciendo el señor juez que creía en su declaración, le impuso medidas cautelares, retirada de pasaporte y dos años de personaciones y luego estuvo imputado en cuatro causas más".

Dice la testigo: "Penalva le dijo ya fuera de acta que creía en su declaración: 'Usted, por el cargo que tiene, tiene que saber muchas cosas de Rodríguez y Gijón, de estas fiestas'. Estarellas dijo que no tenía ninguna relación y que no iba a hablar nada que no supiera de ninguno de ellos. Entonces el juez le dijo: «Usted sabrá lo que hace».

"Subirán, antes de empezar la declaración, le dijo: «Señor Estarellas, está usted acabado».

Además de pareja de Estarellas, le asistió en su declaración como abogada. Cuenta que estuvo 72 horas en prisión sin que llamaran a nadie.

Declara la mujer de Rafael Estarellas, comisario de la Policía Local sobre su detención. Declaró que le ofrecieron quedar en libertad si daba información sobre Rodríguez y Gijón.

Termina la declaración del funcionario. El tribunal hace un receso a la espera de la siguiente testigo.

Dice que se acordó de esa información sin trabajar que relacionaba a Gijón con una empresa de pádel y contratos públicos. El mensaje lo envió el funcionario en marzo de 2017, después del estallido del 'caso ORA'.

El testigo dice que, hasta 2011 formaban equipos conjuntos con la policía y la investigación se ralizaba en común . El fiscal le interroga por al ORA. A preguntas del abogado de Gijón dice que la información «sin contrastar» le había llegado por un informante y que le envió un mensaje a Blanco porque vio algo relacionado en los medios cuando estalló el 'caso ORA'.

Dice que envió un wasap a Maikel con información sobre Gijón: "Yo me puse en contacto con él, le envié un wasap en el que le apuntaba someramente una información sin contrastar ni trabajar que había recibido hacía tiempo. Que podría figurar, no de forma directa, y que podía estar relacionado con alguna empresa de pádel. Con argentinos como testaferros. Era información muy débil".

El funcionario estuvo colaborando durante años con la Fiscalía Anticorrupción y la Policía Nacional en los principales casos de corrupción que hubo en Mallorca.

Declara ahora un funcionario de la Agencia Tributaria, también propuesto por el abogado Pedro Horrach en defensa de Miguel Ángel Blanco.

También dice que no fue llamado nunca por los policías que investigaban el caso.

A preguntas del fiscal, el perito dice que solo declaró en Contencioso y que nunca se le interrogó en la investigación penal por la ORA.

"Quedaba al libre albedrío de las personas que hicieron la valoración. No se explicaba claramente. Me parecía un tanto sorprendete y de manera un tanto manifiesto resultaba que la oferta de Setex estaba siendo discriminada en la valoración. Había cosas que estaban ofertadas y que no se valoraban".

Uno de los indicios que manejaban los acusados a la hora de poner en marcha las detenciones de la ORA se basaban en lo que dice este perito. Desgrana que la propuesta de Setex cambiaba todos los parquímetros y que la que ganó, no. En el juicio, el responsable de Setex aclaró que se trataba de un 'renting'.

El testigo dice que las puntuaciones eran ambiguas. «No me había criterios sufientes para establecer unos números de puntuación. Yo no me atreví a hacerlo».

El testigo hizo un informe como perito para una de las empresas que concursó por la ORA en el año 2013. Esa mercantil, Setex, puso un contencioso, que perdió contra el contrato porque consideraba que no se habían valorado de forma correcta sus propuestas y que su oferta era mejor que la ganadora, de la UTE formada por Dornier y Roig.

El primer testigo es un ingeniero propuesto por la defensa del subinspector Miguel Ángel Blanco para acreditar indicios del 'caso ORA'.

El inicio de la sesión se demora por problamas con una videoconferencia.