Sbert fue el protagonista de la última sesión del juicio. | ALEX SEPULVEDA

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«Yo fui torturado». Bartolomé Sbert contó al TSJIB su paso por el ‘caso Cursach’, su detención, su prisión preventiva y varios episodios de presiones para cambiar su declaración. El antiguo ‘número dos’ del Grupo Cursach fue el testigo estrella de la sesión. Arrancó hablando de su arresto y sus tres días en el calabozo para luego pasar diez meses preventivo calificado como preso de especial peligro: «En la distancia, analizadas el modo de actuar de esta gente. Hoy veo que me torturaron». Relató que, tras ser arrestado, fue conducido a su vivienda para un registro: «Solicité un abogado y me dijeron que después, en comisaría».

Tras negarse a declarar, le informaron de la retahíla de delitos que se le imputaban, entre ellos corrupción de menores. Contó que uno de los acusados, el subinspector Miguel Ángel Blanco, se lo llevó a un despacho. «Me dijo, ‘soy especialista en políticos, dame a José María Rodríguez y te podrás ir». Episodios similares se los atribuye al mismo agente en otra ocasión. Tras el pase a disposición judicial: «Sbert, dame a Rodríguez e intercederé por tí al juez. Si no te vas a comer cinco meses, cinco meses».

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El testigo, también se dirigió al tribunal sobre el apoyo a Penalva durante la instrucción: «Todos ustedes le estaban apoyando. Hay un tema al que le tengo un miedo terrible, estos señores han dicho que tienen grabaciones de todos ustedes». El abogado defensor de Blanco, Pedro Horrach, puso de manifiesto un error en la secuencia de fechas del relato de Sbert. El testigo no se movió de su relato, llegó a mirar cara a cara a Blanco para decirle: «Sabes que es verdad».

Además de Sbert, testificó el antiguo jefe de inspección de Turisme del Consell. Contó que fue llamado como testigo en el ‘caso Cursach’ y que, antes de comenzar a declarar, el fiscal Subirán le advirtió que según lo que declarara pasaría a ser imputado. Ante otras respuestas para exculparse el tema avanzó. «El fiscal le dijo a un policía delante de mí: ‘Si sigue en esta línea, le mandamos al calabozo’». Según su testifical, a partir de ese momento comenzó a confirmar algunas de las sospechas del fiscal: «Vi la puerta abierta a salir de ahí lo mejor que pude».

En una línea similar, el abogado Carlos Portalo, confirmó la oferta que hizo Subirán para que el ingeniero municipal, Pedro Torres, saliera en libertad si declaraba en contra de Rodríguez: «Me dijo que si mi cliente iba esta tarde, hablaba de él y le acusaba, pediría fianza». Así sucedió y tras declarar esa misma tarde, Subirán acordó la sentencia. Torres, el día anterior pidió disculpas a Rodríguez por haber mentido.

Punto de vista

Un error de Subirán dejó fuera del juicio los pinchazos telefónicos del ‘caso Cursach’

Los pinchazos telefónicos del ‘caso Cursach’ quedaron fuera el juicio. Ayer se escuchó uno en el TSJIB: una conversación entre Sbert y otro de los testigos del día en el que se hablaba de una inspección a un hotel de Cursach. El fiscal, Tomás Herranz, quiso salir al paso de una insinuación de las defensas: que fue él quien las dejó fuera del juicio. Explicó que fue el propio Subirán quien en la prueba que solicitó para el juicio cuando elaboró la calificación no incluyó ninguno de los pinchazos telefónicos ni siquiera sus transcripciones, por lo que ya estaban fuera de su alcance cuando él llegó.