Banderas a media asta y con ribete negro en el Ayuntamiento de O Porriño (Pontevedra). | Efe

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Decenas de habitantes de O Porriño (Pontevedra) han guardado este mediodía tres dolorosos minutos de silencio por el niño que murió este jueves al pasar horas olvidado en el coche de su madre. Delante del Ayuntamiento, donde las banderas ondean a media asta, los residentes de esta localidad gallega han recordado con pesar al pequeño, que aún no había cumplido los tres años.

El silencio se ha roto con aplausos y mucha emoción, especialmente la de la gente más cercana a la familia. O Porriño ha decretado tres días de luto y ha suspendido las fiestas Porrigalia, que estaban programadas en el pueblo. Una de las vecinas Dina, ha explicado a Efe que su hija conocía a la madre del pequeño porque son compañeras de trabajo y ha revelado que le transmitió que es una persona «muy responsable, la más responsable que puedas encontrar».

Ha confesado estar «muy triste», como todo el pueblo, por una «desgracia» que supone «un dolor muy grande». «No creo que pueda sobrevivir una persona con una desgracia como esta en la familia», ha opinado. Otra vecina, Mercedes, se ha puesto en el lugar de la familia y ha dicho que es «muy difícil» de sobrellevar, al tiempo que ha considerado correcta la suspensión de la fiesta.

El niño falleció tras permanecer durante horas en el interior del coche de su madre, que se habría olvidado de dejarlo en la guardería y se dirigió directamente a su puesto de trabajo, según indicaron fuentes del Instituto Armado.

La alarma saltó cuando el padre fue a recogerlo a la escuela infantil, a la que el menor nunca llegó. La jornada fue calurosa, por lo que la hipótesis es que el pequeño no soportara las altas temperaturas en el aparcamiento donde permaneció en el interior del vehículo. La Guardia Civil está a la espera del resultado de la autopsia y se ha abierto una investigación.