El acusado, español de 52 años, en el banquillo de los acusados. | Juan P. Martínez

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Un juzgado de lo Penal ha condenado a un hombre, español de 52 años, a tres meses y un día de prisión y al pago de una multa de 900 euros por talar 22 pinos y podar el ramaje de otros 29 que le tapaban las vistas a la costa desde su casa en Son Verí, Llucmajor. El procesado aceptó la pena, a la que se llegó tras un acuerdo de conformidad entre su abogado, Gaspar Oliver, y la Fiscalía antes de la vista.

La pena de cárcel queda suspendida durante un periodo de dos años en el que el acusado no podrá delinquir. La jueza apreció el atenuante de dilaciones indebidas, ya que la causa estuvo paralizada casi cuatro años por causas ajenas al imputado, y de reparación del daño.

Los hechos juzgados se remontan a enero del año 2017. El hombre, a sabiendas del daño irreversible que estaba haciendo, taló y podó los pinos situados en dominio público. El motivo no era otro que las molestias que le causaban para poder divisar la costa desde su vivienda. En total taló 22 pinos de la especie carrasco y además cortó el ramaje de otros 29 de la misma familia. Cinco años más tarde un perito judicial valoró los daños provocados en 28.957 euros. Antes del juicio el procesado consignó 66.000 euros en la cuenta del juzgado.

Inicialmente la Fiscalía solicitaba para el varón dos años de prisión y el pago de una multa de 9.720 euros como autor de un delito de daños en bienes de dominio público. Tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre las partes la jueza dictó sentencia en el mismo acto. La tala de árboles en Son Verí tuvo una gran repercusión y fue denunciada por los vecinos de la zona.