Una de las ovejas malnutridas halladas esta semana en la finca de La Vileta, en Palma. | Alejandro Sepúlveda

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El dueño de las 250 ovejas que estaban maltratadas en una finca de La Vileta, en Palma, y que motivó una operación de la Guardia Civil para rescatarlas, ya había sido denunciado el año pasado por los mismos hechos. El hombre, un mallorquín, de 83 años, tenía a los animales en un estado lamentable, con síntomas de malnutrición.

Según ha podido saber este periódico de fuentes judiciales, los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Benemérita descubrieron en 2022 que una finca entre Son Roca y la Vileta estaba siendo utilizada como matadero ilegal, sin ningún tipo de garantías sanitarias. Se trataba de un negocio clandestino y descubrieron que algunos corderos habían sido degollados.

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Por aquel motivo, el propietario fue denunciado y sancionado. Ahora, un año después, los mismos investigadores fueron informados esta semana que en la misma explotación agrícola había más de 250 ovejas y corderos, muchos de ellos en mal estado, que iban a ser vendidas para su sacrificio en una fiesta musulmana. Según supieron los agentes, el sacrificio se iba a llevar a cabo este fin de semana en aquellas instalaciones.

El miércoles, los agentes entraron en la finca y observaron varias infracciones a la normativa reguladora de residuos y bienestar animal. Además, se confirmó que iba a ser utilizada como un matadero clandestino, por lo que la explotación fue precintada y se informó a la conselleria de Salut i Consum.

Al menos cuatro de los ejemplares estaban en tan mal estado de salud que recibieron la eutanasia por parte de un veterinario. El resto de ovejas fueron cargadas en camiones y trasladadas hasta Natura Parc, donde están siendo clasificadas en función de su estado. Este viernes también se llevaron a cabo las necropsias de los animales sacrificados. Toda la investigación policial será remitida al juzgado de guardia.