Penalva y Subirán declaran como acusados

Acaba la sesión de hoy del juicio. Manaña se retomará con la declaración de Penalva a las acusaciones particulares y las defensas.

Acaba la sesión de hoy del juicio. Manaña se retomará con la declaración de Penalva a las acusaciones particulares y las defensas.

Termina el fiscal. La Sala hace un receso.

Penalva dice que los testigos estaban asustados. Admite que se advirtió a uno con pasar a investigado según su declaración. Justifica que mentía porque tenía miedo a Cursach y asegura que a otros testigos se les ha amenazado con sicarios y que también a ellos se les iban a enviar.

Relata la declaración de un testigo, funcionario que dice que tenía «pánico a Cursach»: "Lo que le dijo el señor Subirán es que no estaba declarando la verdad y se le advierte de que eso tiene unas consecuencias penales. No es algo discreccional es que se debe hacer".

Sobre la declaración de un testigo protegido de la que se acusa por haberla manipulado, Penalva dice: «Este señor dijo algo así al señor Subirán como esto es lo que ud quería que constara en la declaración, no lo que he dicho. Le di la palabra al señor Subirán y le leyó esa declaración supuestamente manipulada, como tantas y tantas que han dicho. Después de leerle frase a frase, al final todo era que sí».

«Como se ha pagado o se ha intentado pagar a muchos testigos para que nos acusen en falso», dice. Termina hablando de la agenda de la madame y dice que es cierta. Niega haberla manipulado. «Por favor».

Penalva insiste en que todo el 'caso ORA' lo analizó Miguel Ángel Blanco y que no recuerda si revisó documentación pero que nunca se le pasó por la cabeza el archivo. Herranz le replica: «¿Cómo tiene el valor de decir que los indicios son abrumadores si no ha mirado un documento?»

El fiscal le interroga sobre documentación de la Agencia Tributaria o el registro mercantil que exculpaban a Gijón. «No me acuerdo» o «no lo he leído», es su respuesta.

- ¿Realizó actuaciones extraprocesales en relación a Roig?

- Tengo un amigo íntimo que es primo de la mujer de Roig. Yo he coincidido con el señor Roig en eventos organizados por esa familia en varias ocasiones. Me resultaba bastante violento investigarle. Yo conocía al señor Roig porque habíamos coincidido en celebraciones. Un día surge la conversación con mi amigo y yo sí que le traslado que hay un asunto que no pinta muy bien, pero tú que lo conoces, dile que no sea tonto.

«La actuación no pudo estar más pulcra y más justificada. Que el auto era escueto era porque la causa estaba todavía secreta, no le puedo decir a quién vamos a citar y a quién no», dice sobre la prisión preventiva de Roig.

Justifica la orden de ingreso en prisión de Antoni Roig en que existía el riesgo de que se destruyeran pruebas. «Hice 19 declaraciones después del ingreso en prisión».

«Es verdad que les puse de manifiesto, piensen ustedes que existe esa posibilidad». Penalva admite que ofreció a dos detenidos la posiblidad de ser citados como testigos si admitían un pago a Gijón o que fueron forzados a acudir al concurso de la ORA junto a la empresa de Antoni Roig.

- ¿Qué necesidad había de que hubiera policías dentro en el despacho del juez?

- Tenemos un gran respeto por el señor Blanco por sus conocimientos porque ha estado en numerosas causas de corrupción y siempre con éxito y es quien ha mamado la causa ORA desde el principio.

Niega que las detenciones buscaran delaciones en el 'caso ORA'

Penalva insiste en desmarcarse de las detenciones del 'caso ORA'. Insiste en que fueron policiales y que nada tuvo que ver aunque estaba informado.

Penalva dice ahora que debería haber enviado a prisión al padre y al hermano de Álvaro Gijón porque asegura que borraron pruebas.

Sobre la principal acusación, los arrestos del 'caso ORA' dice que no intervino. «Fueron detenciones policiales, no judiciales».

A la hora de descender a los indicios que Penalva extraía de los pliegos, el acusado ahora no se acuerda de datos clave. Por ejemplo, sostenían que existía un sobrecoste de once millones. Cuando el fiscal le enseña un documento que lo desmiente dice que no se acuerda o que a lo mejor se equivocó.

Penalva admite que carecía de conocimientos en materia administrativa a la hora de afrontar el caso ORA.

El testigo protegido también apuntaba a José María Rodríguez. Penalva señala que no se le investigó porque no había ningún otro dato que esa declaración pero sostiene que con Gijón, sí.

«No soy el mejor del mundo en cuestiones mercantiles», dice Penalva a la hora de decir que consultó con un policía y «con el señor Carrau», insiste.

El fiscal recuerda a Penalva que la Audiencia Provincial decretó más tarde el sobresimiento libre del 'caso ORA'. Penalva, por primera vez, concede que no lo sabía.

El fiscal interroga sobre el testigo protegido 19 que denunció el 'caso ORA' en base a rumores que había escuchado en el PP. Penalva insiste en que le dio credibilidad y que luego vieron cosas extrañas.

Penalva dice que, cuando hizo una exposición razonada para intentar elevar la ORA al TSJIB, fue Carrau quien le pasó un modelo y le asesoró para hacer este documento.

Penalva, pese a mantener que no estaba muy al tanto de la ORA, sí defiende que existían indicios de amaño.

«Lo que no entiendo es que si estamos aquí por qué no está el señor Carrau junto a nosotros. Ha estado en todas las investigaciones.»

Señala que fue el subinspector el que planteó las detenciones. Que él estaba muy ocupado con otras causas y que luego se marchó de viaje a Canadá, donde se leyó los informes sobre la ORA.

Penalva se distancia del 'caso ORA' y afirma que el peso de la investigación lo llevó un subinspector, también acusado.

Penalva acusa al fiscal de provocar el archivo del 'caso ORA' para emplearlo en este juicio. Herranz interrumpe y dice que no tolerará esas acusaciones y que las causas se archivaron por falta de pruebas.

Afirma que no responderá más sobre filtraciones «por consejo de mi letrado». En todo caso, añade que lo que publicaba Diario de Mallorca, de forma habitual había sido publicado antes por otros medios.

El interrogatorio se extiende en las filtraciones. Penalva, de forma reiterada dice que no va a responder, pero luego lo hace. El interrogatorio se enreda en la maraña de piezas separadas que se abrieron durante la investigación.

Penalva asegura que varias informaciones de cuya filtración se acusa corresponden a una pieza de la que se había levantado el secreto de sumario y acusa a los investigadores policiales de mentir al juez instructor.

«No voy a contestar a más preguntas sobre filtraciones o revelaciones».

Ahora acusa a abogados de filtrar datos de la causa. «Tengo pruebas pero no voy a enseñara, pero tengo la certeza. Lo he sabido después».

Penalva sostiene que era inviable investigar revelaciones de secreto por la carga de trabajo que tenían.

Penalva niega que viera informaciones extrañas en torno al 'caso Cursach': «No, en ninguna yo detecté que se tratara de algo que no ocurre en todos los juzgados de España. Como ocurre en todas las causas mediáticas. Siempre ha sido así y siempre lo será».

Penalva asegura que desconocía las filtraciones. «No leía los periódicos todos los días».

Penalva responde con un ataque a la actuación de Herranz y Carrau en el juicio a Cursach.

El fiscal: «Intento ilustrar a la sala sobre el carácter del acusado y pese a que ese procedimiento ha terminado en sentencia absolutoria, sigue sosteniendo aquí que pasó lo que no pasó y no se le cae la cara de vergüenza».

Penalva defiende que todo el 'caso Cursach' era cierto: «los únicos que iniciamos una investigación para desmantelar esa trama corrupta éramos nosotros. No he visto a tanta gente llorar por cómo les habían arruinado la vida».

El fiscal le pregunta por el informe económico sobre Cursach que fue filtrado y luego descartado por Hacienda. Penalva dice que no se lo leyó ni lo encargó porque estaba recusado en ese momento.

Se enfrenta de nuevo con el fiscal. «Herranz no contó la verdad».

Acusa a los investigadores policiales de filtrar información a este diario.

El fiscal le interroga por un chat con Blanca. ¿Intentaba evitar el volcado?, le pregunta el fiscal. «No, cómo iba a hacerlo». Le pregunta si pensaba interponer querellas.

«Si hablábamos por wasap es porque sabíamos que estábamos vigilados y que Cursach nos investigaba». «Yo solo estaba en el chat sancus».

El fiscal le intenta exhibir un mensaje. Las defensas salen en tromba para protestar. «No puede ser tenido en cuenta», protesta Pedro Horrach.

¿Quién creó el grupo de wasap?, pregunta el fiscal. "No fui yo. Es un dato a mi modo de ver irrelevante, pero quien lo instó fue el señor Bandera y fue criticado por ello. Evidentemente con el consentimiento de todos y para una mejor comunicación porque era inviable hablar por teléfono. Éramos cinco o seis personas trabajando a destajo".

El fiscal pregunta a Penalva quién dirigía la investigación. Penalva dice que él y el fiscal Subirán, pero también introduce a Juan Carrau al mismo nivel.

El fiscal comienza preguntando a Penalva por su experiencia en juzgados de Instrucción.

Penalva anuncia que sí declarará, pero no sobre filtraciones ni sobre los mensajes de wasap. Solo manifiesta que hay nueve mensajes que se le atribuyen que no son suyos.

«La Sala entiende que no debe alterarse el orden». Penalva será el primero en declarar. «Puede pasar el señor Penalva Oliver a los estrados».

La sala suspende brevemente para deliberar el orden.

El fiscal insiste en que declare primero Penalva, algo a lo que se adhieren el resto de acusaciones. «Lo hacen de forma sorpresiva», alega el abogado de Antoni Roig, Salvador Perera.

El abogado, Pedro Horrach, que defiende a Miguel Ángel Blanco, pide alterar el orden de interrogatorios. Quieren que Penalva sea el último y que sea su defendido, el subinspector de Blanqueo, quien intervenga el primero. «Su declaración ayudaría a clarificar estos hechos».

Las defensas también protestan porque no se haya anulado todo el juicio.

Se inicia la sesión. El tribunal da un turno a todas las partes para que se pronuncien tras el auto en el que resolvía las cuestiones previas. Las acusaciones protestan por el resultado del auto y la exclusión de parte de la prueba.