El imputado, durante la vista con conformidad celebrada en una sala de lo Penal de los juzgados de Vía Alemania. | J.P.M.

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Una cama articulada que previamente había alquilado para su madre como forma de pago a la cuidadora. Esto es lo que llevó hasta el banquillo de los acusados a un hombre, español de 49 años, que ayer reconoció los hechos ante la jueza de Penal 1 de Palma y aceptó un año de prisión por un delito de estafa y el pago de 1.098 euros a la empresa que le arrendó el dispositivo. La magistrada apreció al imputado la atenuante de dilaciones indebidas, ya que la causa estuvo paralizada por motivos ajenos al acusado. El abogado del procesado, Juan Carlos López, alcanzó un acuerdo con la Fiscalía para que la pena de prisión quedara suspendida.

Los hechos se remontan a marzo de 2020. El procesado acordó con una empresa el alquiler de una cama articulada por la que se comprometía a pagar 120 euros mensuales. La misma la iba a utilizar su madre, que tenía por aquella época problemas de salud. Tiempo después contrató los servicios de una cuidadora, con la que acordó un salario de 1.000 euros al mes. Estuvo cuatro meses trabajando para él y solo le pagó dos. Para saldar la deuda con la mujer le ofreció, una vez que su madre ingresó en una residencia, que se quedara con la cama articulada y el colchón y esta aceptó dando por bueno que el procesado era el dueño de los elementos. Cuando la empresa le reclamó la cama debido a los continuos impagos del alquiler, el hombre les confesó que ya no la tenía en su vivienda. Fue denunciado y tiempo después fue investigado como autor de un delito de estafa impropia.

Inicialmente, la Fiscalía solicitaba para el procesado dos años y medio de cárcel. La representante de la acusación pública y la defensa del hombre alcanzaron un acuerdo antes de iniciarse la vista y la condena se vio rebajada hasta situarse en un año de prisión. Dicha pena no la cumplirá siempre y cuando no vuelva a delinquir durante los dos próximos años y haga frente a la cantidad económica que le reclama la empresa en concepto de responsabilidad civil, es decir 1.098 euros. En dicho importe se incluye el precio de la cama articulada, el colchón y las mensualidades impagadas. La jueza, dada la conformidad entre las partes, dictó sentencia en el mismo acto.