La Fiscalía presentó el pasado 27 de diciembre su querella, aunque no ha trascendido hasta ahora. | Redacción Digital

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La Fiscalía acusa al padre de las dos hermanas asesinadas en Pakistán en mayo de 2022 de «urdir» junto a otros familiares un plan para que ambas se desplazaran engañadas a su país para «limpiar su honra» y de inducir el «crimen de honor» por su «actitud desafiante», ya que no acataban su matrimonio forzoso.

Así lo sostiene la Fiscalía en su querella, avanzada por El País y a la que ha tenido acceso EFE, que comportó que el padre de las chicas, Guhlam Abbas, fuese detenido el pasado 22 de febrero por los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional por su supuesta vinculación con el crimen, tras lo cual un juez de Terrassa (Barcelona) le dejó en libertad provisional, le retiró el pasaporte y le prohibió salir de España.

La Fiscalía presentó el pasado 27 de diciembre su querella, aunque no ha trascendido hasta ahora, tras levantarse el secreto de las actuaciones en este caso, abierto tras el asesinato el 20 de mayo de 2022 de las hermanas Arooj y Aneesa, de 24 y 21 años de edad, por parte de varios familiares en un «crimen de honor» cometido en la localidad de Nothia, en Pakistán. Según la Fiscalía, el padre, «ante la actitud desafiante de sus hijas, quienes no acataban su matrimonio forzoso y mantenían una relación sentimental con otras parejas, urdió, junto con otros familiares, un plan para engañarlas y que se desplazaran hasta Pakistán con el fin de limpiar su honra».

Con este objetivo, decidió enviar a su esposa y sus tres hijos varones a Pakistán entre marzo y mayo de 2022 para que, desde allí, el hermano mayor, Raja, convenciera «de forma mendaz» a las hermanas para que se trasladaran hasta su país para asistir a la boda de este y porque su madre no se encontraba bien de salud. Las dos hermanas, pese al «temor a represalias» que tenían por su «conducta desafiadora de las reglas paternas», según la Fiscalía, fueron «convencidas mediante engaño» para trasladarse, el 18 de mayo de 2022, hasta Pakistán, donde fueron asesinadas dos días después por sus hermanos, sus maridos y su tío, «con la anuencia» de su padre, al tratarse de un «crimen de honor».

Según la Fiscalía, con este crimen se pretendía «limpiar el honor de la familia», por lo que los autores fueron familiares directos de las chicas, «teniendo especial importancia el criterio del cabeza de familia». Dos hermanos de las víctimas, Raja y Asfand, ya fueron detenidos en Pakistán como presuntos autores del crimen.

La Fiscalía considera que el padre cometió supuestamente los delitos de inducción o cooperación necesaria en un delito de homicidio o asesinato, matrimonio forzoso, maltrato habitual en el ámbito familiar y coacciones continuadas contra sus dos hijas. Ghulam Abbas, que reside de forma permanente en España desde agosto de 2015, tramitó en 2017 la reagrupación familiar con su hija Aneesa, que entonces tenía 16 años, y su hijo Raja, que se instalaron con su progenitor en su casa de Terrassa.

Según la Fiscalía, Aneesa era «permanentemente controlada» por su padre, hasta el punto que no se podía relacionar con nadie más allá del ámbito familiar, no podía salir de casa si no la acompañaba su progenitor o su hermano y sufría constantes «malos tratos» por parte de Ghulam Abbas, hasta el punto que la chica intentó suicidarse en una ocasión.

Cuando Aneesa llevaba dos años en España, en noviembre de 2019, su padre se trasladó con ella a Pakistán para que se casara con un pariente con el que había concertado un matrimonio de conveniencia, sin que ella lo supiera, de forma que fue obligada a casarse el 22 de diciembre de 2019. Tras la boda forzosa, Aneesa regresó a España el 26 de enero de 2020 y posteriormente, a principios de 2021 inició una relación sentimental con un ciudadano pakistaní residente en Barcelona, con lo que se rompió su vínculo con su padre, que no aceptaba su conducta.

Paralelamente, según la Fiscalía, el padre realizó los trámites para que su otra hija, Arooj, se trasladada a vivir a España, lo que hizo en octubre de 2020, junto a su madre y su otro hermano Asfand. Arooj, que había sido obligada a casarse en Pakistán en noviembre de 2019, vivió junto a su familia en Terrassa, donde era «permanentemente controlada» por su padre y sometida también a malos tratos. Ante esta situación de «control y maltrato», según la Fiscalía, Arooj abandonó el domicilio paterno a principios de 2022 y acabó viviendo junto con su hermana Aneesa en una habitación realquilada en Barcelona, hasta que su padre las engañó para que regresaran a Pakistán, donde ambas fueron asesinadas.