El procesado, este martes, durante el juicio co n confirimdad celebrado en Vía Alemania. | J.P.M.

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Un joven fue condenado ayer en Palma al pago de una multa de 540 euros tras reconocer que denunció falsamente en noviembre de 2020 el robo de su teléfono móvil cuando en realidad lo había perdido. El acusado, asistido por el abogado Juan Jaime Valladolid, se declaró culpable de una simulación de delito. La Fiscalía, que inicialmente solicitaba una multa de 1.800 euros, le apreció el atenuante de dilaciones indebidas.

El acusado, de 25 años, formuló la denuncia falsa ante la Policía Nacional el 5 de noviembre después de perder su Samsung S20. Al día siguiente la amplió aportando el IMEI del terminal. Un juzgado de Instrucción archivó el caso por falta de autor y el joven llamó el día 20 a la Jefatura para reconocer que se lo había inventado.

Tres días más tarde fue detenido y quedó imputado por una simulación de delito. La magistrada, dado el acuerdo de conformidad alcanzado por las partes antes de la vista, dictó sentencia en el mismo acto.