Agentes de la Policía Nacional detuvieron a la pareja en La Soledad. | R.S.

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La mujer, cubana de 51 años, que disparó en repetidas ocasiones contra su marido con una pistola y que no lo mató porque el arma se encasquilló, está en libertad con cargos. El juez de guardia ordenó su puesta en libertad y dictó una orden de alejamiento al entender que la mujer trató de defenderse del ataque de una multitud enfurecida. Los agentes han comprobado que las armas de fuego intervenidas en el interior de la vivienda familiar eran propiedad del marido, un español de 53 años, que cuenta con 18 antecedentes policiales tales como tráfico de drogas, violencia de género, malos tratos en el ámbito familiar y contra la seguridad del tráfico.

El marido, es miembro de una conocida familia gitana afincada en la barriada de La Soledad desde hace muchos años. En su declaración judicial, la mujer, que fue arrestada por un delito de homicidio en grado de tentativa, dijo que ella no tenía intención de matar a nadie, pero que se vio rodeada por más de 30 personas que fueron a buscarla a su casa para lincharla y ella trató de protegerse con una de las pistolas.

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Los hechos ocurrieron en la barriada de La Soledad en la madrugada del pasado lunes, pero la toma de declaración e investigación se prolongaron durante varios días. Todo arrancó con la llamada a la sala del 091 de varias personas manifestando que había una mujer con un arma de fuego en la vía pública rodeada de gente, alrededor de treinta personas. Una vez en el lugar, los agentes observaron un tumulto de personas las cuales indicaron a los funcionarios el domicilio donde se había escondido la mujer que portaba el arma. En ese mismo momento, una de las personas que estaba allí entregó a los policías una pistola y un cuchillo que, supuestamente, la mujer había utilizado para amenazar al grupo.

Varias patrullas entraron en el domicilio indicado y se entrevistaron con la mujer. Ella les dijo que ya no portaba el arma que tenía cuando estaba en la calle pero que había otra arma de fuego encima de la cama, comprobando los agentes tal extremo e interviniendo la misma. La mujer indicó que había mantenido una discusión con su marido, produciéndose una pelea entre ambos. En un momento dado, el hombre le golpeó en la cara y ella en la cabeza con el mando de la televisión, todo ello en repetidas ocasiones causándole diversas heridas sangrantes, abandonando la pareja el domicilio. Horas más tarde, regresó a casa de nuevo, pero lo hizo acompañado de un grupo de familiares bastante numeroso.

En ese momento el hombre entró a la vivienda con su hermano y cuñada, encontrando a la mujer con un arma de fuego, de la cual tiró de la corredera hacia atrás mientras apuntaba a éstos, accionando el disparador sin llegar a producirse ninguna detonación porque el arma se le había encasquillado. Rápidamente, salieron del domicilio siendo perseguidos por la detenida quien habría llegado a amenazar a unas 30 personas presentes en la vía pública.