Carlos García Roldán fue detenido en Colombia. | Redacción Sucesos

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La jueza da por terminada la investigación de la mayor estafa inmobiliaria cometida en Balears. La magistrada del ‘caso Lujocasa’ procesa al cabecilla de la trama, Carlos García Roldán, y a ocho de sus colaboradores por un rosario de delitos: estafa, grupo criminal, falsedad, insolvencia punible y blanqueo de capitales. La instructora concluye que la red de Lujocasa estafó a 235 personas con la comercialización de 32 promociones fantasma en Mallorca.

El auto de la titular de Instrucción 11 de Palma cuantifica en 3,5 millones de euros la cantidad estafadas a base de cobrar anticipos por las promociones a los compradores. La resolución destaca que Lujocasa no tenía licencia para edificar en ninguno de los proyectos que comercializaba: «En la mayor parte de los casos o bien no se pagan las tasas o bien no se subsanan las deficiencias y no se inició la construcción de ninguna de ellas». También destaca como procedimiento habitual de la red presentar solo el proyecto básico para limpiar el terreno y colocar una caseta de obras, para «acrecentar la apariencia de viabilidad de las promociones».

La trama comenzó a funcionar en 2016 cuando Carlos García Roldán constituyó Lujocasa sin ningún tipo de capital detrás. Según sostiene la jueza, para dotar de credibilidad a la trama se rodeó de una serie de colaboradores que ahora esperan junto a él juicio. Entre ellos se incluye a Michele Pilato, el socio al que responsabiliza de comercializar los pisos. Entre los procesados está también un constructor, un arquitecto, los dos testaferros que supuestamente empleaba García Roldán para canalizar los fondos y la expareja del principal encausado.

La resolución narra cómo con ese entramado y, desde sus oficinas en la calle Cardenal Rossell, se comenzaron a vender las promociones ficticias bajo una aparente normalidad. La red cobraba anticipos y reservas a los compradores, que llegaban hasta un 20 por ciento del precio final de la vivienda.

La investigación judicial también incide en el destino del dinero que García Roldán habría desviado de las sociedades. Narra el gasto de más de 700.000 euros en el Casino, retiradas de efectivo por 1,1 millones de euros. Concluye sobre los fondos que «en gran parte fueron dilapidados por el propio investigado directamente o mediante transferencias a los demás integrantes de la trama criminal». Roldán está en prisión tras ser detenido en Colombia.