La red phising captaba a través de internet capital para una supuesta inversión infalible en bolsa.

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Un juzgado de Palma investiga al menos dos denuncias por una estafa a través de internet con cerca de 150.000 euros defraudados que terminaron en cuentas de las Islas Marshall. El juzgado ha archivado en una ocasión la causa ante la imposibilidad de seguir la pista del entramado de sociedades a través del que se camuflan los autores del timo.

Las dos denuncias son independientes entre sí. La principal afectada es una mujer que perdió cerca de cien mil euros. La red phising captaba a través de internet capital para una supuesta inversión infalible en bolsa. En un principio, los clientes recibían un pequeño adelanto económico como recompensa a su aportación, lo que reforzaba la credibilidad de la firma y llevaba a que las víctimas pensaran que era una empresa legítima. A partir de ahí se ampliaban los capitales a invertir y entonces el dinero se esfumaba sin posibilidad de reclamación alguna.

A partir de ahí, las víctimas se topan con las dificultades para investigar este tipo de organizaciones. En este caso no se ha localizado a ningún ‘mulo’ del dinero: personas que ceden sus cuentas corrientes para que la red lleve a cabo una transacción desde un banco español a cambio de una comisión. Así, los informes policiales en este caso ponen de manifiesto que es imposible dar con los autores reales de la estafa ante la maraña de distintas jurisdicciones internacionales que hay que superar y de dominios a seguir por los investigadores.

La Audiencia ordenó la reapertura de la investigación y ahora los dos denunciantes han ratificado las acusaciones, a la espera de que surjan nuevos afectados o de que se consiga algún hilo por el que dar con algún posible autor o cómplice del delito. De lo contrario, la investigación está abocada a ser archivada definitivamente.