Estado en el que quedó el Fiat Panda tras finalizar su huida en el pueblo de Andratx. | Michels

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El viernes a mediodía tuvo la osadía de huir de la Policía Local de Palma desde Son Ferriol hasta Andratx al volante de un Fiat Panda de alquiler. Iba bebido y bajo los efectos de las drogas. Más de 30 kilómetros de persecución que finalizó con el coche estrellándose con un vehículo policial del municipio de Ponent que salió a su paso. El hombre, de nacionalidad española y vecino del pueblo, quedó detenido.

Pero no fue el único arresto. Dos días antes durmió en los calabozos de la Policía Nacional acusado de conducir una furgoneta ayudándose de un rastrillo, con el que pisaba el acelerador, e intentar robar a dos chicos amenazándoles con la misma herramienta.

Calle Aragón

El miércoles día 1, sobre las 18.30 horas, los vecinos de la calle Ceres, muy cerca de Aragón, se sobresaltaron por los acelerones y frenazos que daba una furgoneta. En ese momento entraron decenas de llamadas a la centralita de la Policía Nacional avisando de lo ocurrido. En el interior del vehículo se encontraba un hombre en el asiento del copiloto y acelerando y frenando con un rastrillo. Los testigos no se podían creer lo que estaban viendo. En el camino por la vía, de un único sentido, golpeó a varios coches que se encontraban estacionados.

Minutos más tarde aparcó la furgoneta y se dispuso a pasear por la zona. En su trayecto a pie se cruzó con varios conductores a los que amenazó e insultó con el rastrillo. Dos chicos le recriminaron su actitud y estuvo a punto de robarles esgrimiendo como arma el utensilio de jardinería. Poco después de esto fue detenido e ingresado en el psiquiátrico. El jueves pasó a disposición judicial y quedó libre. Un día después alquiló un Fiat Panda. Y lo que ocurrió horas más tarde ya es conocido.