La regidora de Seguridad Ciudadana, este martes, en rueda de prensa en Cort. | Alejandro Sepúlveda

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La polémica por la presunta fiesta ilegal celebrada el pasado día 13 en el cuartel de la Policía Local de Palma ya se ha cobrado dos víctimas. Así lo ha anunciado este martes en rueda de prensa la regidora del Àrea de Seguretat Ciutadana, Joana María Adrover. Los dos coordinadores de turno de San Fernando que trabajaron ese día han sido cesados cautelarmente de sus puestos de trabajo.

Los dos agentes apartados de sus funciones son el encargado de la tarde y el de la noche que estuvieron trabajando el día que se celebró el evento en el comedor del cuartel de la Policía Local.

También ha dado a conocer que se han levantado propuestas de sanción para las tres personas ajenas al cuartel que accedieron al evento por saltarse el toque de queda.

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Adrover ha señalado que el motivo de la celebración, ha rechazado denominarla fiesta, fue para despedir a un agente, que ese día había realizado su último servicio. «Lo que sabemos es que se reunieron en el comedor para despedir a un compañero, pero no fue una fiesta». Y ha añadido que el evento se celebró «en el comedor como cualquier otro día cuando se reúnen allí para comer».

Asimismo la regidora ha subrayado que en ningún momento se excedió el número de personas permitidas en la sala. «El comedor tiene una capacidad para 20 personas y no se tiene constancia de que hubiese más personas de las permitidas».

Adrover también ha querido hacer mención a la labor de la Policía Local durante la pandemia y espera que este asunto no «empañe el trabajo del cuerpo».