Un juzgado de Inca ha archivado el caso. | Martina Poquet

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Un juzgado de Inca ha archivado de forma provisional el caso de la joven que denunció que había sido violada por un vecino de Lloseta en un descampado, de camino a su casa, el pasado mes de noviembre.

La jueza tiene en cuenta unos WhatsApp que la víctima envió al acusado a la mañana siguiente de producirse los hechos y también una llamada telefónica que ella le realizó esa madrugada. En el auto, se explica que el presunto agresor sexual, que tiene 35 años, siempre ha mantenido que se cruzaron los números de móviles tras mantener relaciones consentidas. La joven, por su parte, denunció que había salido a cenar con unos amigos y los multaron por estar en la calle durante el toque de queda.

El supuesto agresor se había sumado a la cena y cuando salieron él se ofreció a acompañarla a casa. De camino, frente a un descampado, presuntamente la golpeó con el casco de una moto y la violó. La chica, después, se fue a su casa y por la mañana le contó lo sucedido a su madre, y presentaron una denuncia. El hombre fue detenido por la Guardia Civil.