La víctima sostiene que fue encañonada con una escopeta de caza.

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Detenido un payés de es Secar de la Real de Palma acusado de encañonar, agredir y perseguir a uno de sus trabajadores ilegales. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron al arresto de un mallorquín, de 45 años, acusado de un delito de amenazas de muerte con arma larga y lesiones leves.

Los hechos se remontan al pasado sábado cuando un hombre, de nacionalidad senegalesa, se personó en las instalaciones policiales de la comisaría del Polígon de Son Castelló. El africano llegó sudoroso, muy alterado y visiblemente atemorizado. Los agentes, tras unos minutos, consiguieron tranquilizar a la víctima y que éste les contase lo sucedido.

Todo comenzó días atrás cuando este joven inició una relación laboral con el ahora detenido. Durante varias jornadas el africano fue la persona que le recogía las almendras al payés en una de sus fincas, ubicada en el Secar de la Real de Palma. Todo ello sin contrato y de forma presuntamente irregular.

Nada más terminar de recoger las almendras, el joven intentó contactar telefónicamente con su jefe para que le abonara el trabajo realizado. El africano le insistió en repetidas ocasiones alegando que le hacía falta el dinero para poder comer. Al no obtener respuesta alguna, el sábado decidió acudir a la finca para entrevistarse en persona con el payés. Nada más verlo, el jefe comenzó a gritarle «Fora d’aquí. Et pegaré dos tirs», todo ello mientras le cogía del pecho.

En un momento dado, y siempre según la versión facilitada por la víctima en sede policial y judicial, el payés entró en una de las habitaciones de la casa y cogió una escopeta. Acto seguido, encañonó al joven y le amenazó de muerte. El senegalés, muerto de miedo y en estado de shock, emprendió la huida desde la finca de es Secar de la Real hasta la comisaría de la Policía Nacional del Polígon de Son Castelló.

Rápidamente, varias patrullas acudieron al lugar del suceso. A su llegada, el sospechoso no estaba en casa y se inició una batida por la zona. Unos minutos más tarde, un coche patrulla interceptaba al payés con su coche en los alrededores. En el interior no llevaba las escopetas de cartuchos.

Al preguntarle, el hombre negó los hechos denunciados. Incluso afirmó que no conocía al senegalés. Pero poco después ya reconoció que era un trabajador suyo, que le había amenazado y agredido.

El payés dispone de licencia de armas y tiene cuatro escopetas

El payés es una amante de las armas de fuego. Tiene licencia de caza y cuenta con cuatro escopetas en casa. También tenía tres cartillas. Al principio negaba conocer a la víctima, pero luego no le quedó más remedio que decir la verdad. El hombre sostiene que no le encañonó. El juez, ayer domingo, le dejó en libertad con cargos.