Cuando llegó la Policía Local de Palma, los funcionarios comprobaron que se trataba de personas que carecían de documentación del inmueble al que querían acceder.

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Okupación fustrada de una vivienda en Palma. Dos jóvenes porteros de discoteca, inquilinos de un piso de la calle Jaume Balmes de Palma, se percataron el pasado sábado del intento de acceder al interior de una vivienda ubicada en la segunda planta de su edificio por parte de una familia rumana.

A los chicos les resultó bastante sospechosa la situación y decidieron contactar con la propietaria del inmueble que, casualmente, es la casera que les alquila su piso. La mujer puso el grito en el cielo, alertó a su abogada y les pidió a los jóvenes que llamaran a la policía e impidieran la entrada de la familia hasta la llegada de los agentes. Los okupas ya tenían todo el pasillo lleno de enseres personales, dos mujeres de avanzada de edad y un niño en la puerta.

Cuando llegó la Policía Local de Palma, los funcionarios comprobaron que se trataba de personas que carecían de documentación del inmueble al que querían acceder. Los okupas argumentaron que, días antes, habían visto un anuncio en internet y, tras contactar con el citado número, establecieron una cita y pagaron 350 euros sin recibir ningún documento acreditativo.

La familia que pretendía ocupar la vivienda insistía en acceder a la casa. Los vecinos y la Policía Local se lo impidió y al final decidieron abandonar el edificio. Fuentes policiales apuntan que está aumentando el número de ocupaciones y recomiendan llamar al 091 ante cualquier sospecha.