La acusada, durante el juicio celebrado en la sala de lo Penal número 2 de Palma. | Juan P. Martínez

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«Cuando llegamos vimos al chico debajo del coche, intentamos rescatarlo pero no pudimos. Tuvo que venir la grúa para levantar el vehículo y así se logró sacar el cuerpo». Esta es una parte del relato de uno de los policías locales de Llucmajor que declararon como testigos en el juicio del atropello mortal de madrugada de un joven turista de 17 años en octubre de 2016 en s’Arenal. La imputada, de nacionalidad española, se negó a declarar en la vista.

La procesada y su pareja quisieron confundir a los agentes, ya que en un primer momento se autoinculpó el hombre, aunque fue la mujer la que conducía, tal y como confesaron pocos días después en las dependencias de la policía. Ambos habían bebido esa noche. La acusada se enfrenta a una pena de cuatro años de prisión acusada de homicidio imprudente.

Aparcamiento

Los hechos juzgados tuvieron lugar alrededor de las cinco de la madrugada del 16 de octubre. La imputada, junto a su pareja, salían de un aparcamiento. En un momento dado notaron «un bache», tal y como explicó un policía. Ese bache era un turista de nacionalidad suiza de 17 años. Murió casi en el acto. Al llegar al lugar de los hechos los policías la pareja de la conductora no paraba de repetir «me voy a comer el marrón». Ambos desprendían olor a alcohol. Al varón se le hizo la prueba de alcoholemia y arrojó un resultado positivo. No así a la mujer, ya que en un principio comentó que iba de copiloto.Días después se supo la verdad, que la fémina es quien conducía en el momento del atropello mortal.

Una vecina de la calle donde ocurrieron los hechos explicó que instantes antes del atropello mortal vio al joven en esa calle «tambaleándose» y con la sensación de que «iba bebido». Poco después escuchó un golpe, se asomó a la ventana y observó cómo el joven yacía debajo del coche. Avisó de inmediato al 112.

La Fiscalía solicita para la acusada cuatro años de prisión y que indemnice a la familia del fallecido en 72.000 euros.

Se discutió si la víctima estaba ya en el suelo cuando fue arrollada

Uno de los temas de discusión durante el juicio fue intentar dilucidar si el joven fue golpeado y posteriormente atropellado o ya estaba en el suelo, debido a la ingesta de alcohol, cuando la mujer le pasó por encima. Sobre este aspecto, una forense explicó que la autopsia no pudo determinar si el chico murió antes de ser atropellado y añadió que le encontraron «una muy alta cantidad de alcohol en su cuerpo».