El padre Alemany siendo prior de Lluc, en el año 1998, durante la primera diada del fútbol base del RCD Mallorca. | JAUME ROSSELLO

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La Policía Nacional detendrá al párroco de Sant Sebastià, el padre Gaspar Eugeni Alemany Ramis, de los Misioneros de los Sagrados Corazones, si se confirma que la víctima es discapacitada. Fuentes próximas al Obispado de Mallorca han confirmado a Ultima Hora que, el pasado sábado, un monaguillo –de 21 años– acompañado de un sacerdote diocesano se personaron en sede policial para interponer una denuncia contra el administrador parroquial de la iglesia de Sant Sebastià y Beat Ramon Llull (Son Cotoner) de Palma por un delito tipificado en el documento delicta graviora (sobre los delitos más graves) de la Santa Sede.

Los hechos denunciados tuvieron lugar el domingo 7 de junio de 2020, justo antes de comenzar la misa de las 12.30 horas de la mañana. El padre Alemany le pidió a su monaguillo que fuera al despacho de la casa parroquial para recoger un libro. La sorpresa fue mayúscula cuando el chico se encontró el ordenador abierto y en la pantalla una página web de carácter pornográfico con fotos y vídeos muy explícitos de contenido gay. La impresión del monaguillo es que el sacerdote tenía la escena planificada y quería que viera el porno en el ordenador.

Acto seguido, con el libro en la mano, acudió al confesionario donde se encontraba el ‘corito’. Una vez allí, el religioso comenzó a decirle que le veía muy guapo con el nuevo corte de pelo que llevaba. Desde el confesionario, le pidió a la víctima si le apetecía verse por la tarde para tener más confianza y se intercambiaron los teléfonos. El monaguillo declaró que se sentía muy raro ante aquella situación tan inesperada. Seguidamente, se celebró la misa y el padre Alemany no cesaba de mostrarle su afecto. Tras finalizar la Eucaristía, el monaguillo le explicó la situación a la sacristana y a dos sacerdotes.

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Por la tarde, el chico acudió a la cita, con interés personal en investigar lo que estaba sucediendo. Nada más entrar, se sentó en el sofá y el cura se puso a su lado, muy pegado a la víctima. De hecho, empezó a poner sus piernas sobre las del chico y le propuso hacerle un masaje en los pies. Así como pudo consiguió quitárselo de encima. En ese instante, el religioso le preguntó si estaba cómodo o si tenía novia. También le invitó a una cerveza sin alcohol. El chico entró en shock cuando el sacerdote intentó tocarle sus partes íntimas, sin llegar a conseguirlo.

El afectado contó lo sucedido a una amiga -de un centro de educación especial- y también a otras personas del entorno eclesiástico. De hecho, son numerosos los colaboradores y feligreses que estaban al corriente de lo sucedido.

Finalmente, varios sacerdotes escandalizados por el relato del monaguillo, acudieron al vicario general de Mallorca y pusieron los hechos en su conocimiento. De forma inmediata, abrieron una investigación interna y apartaron al misionero de las labores parroquiales encomendadas. Se sospecha que podrían aparecer nuevas víctimas.