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Los Bomberos y la Policía Local de Palma estaban en la noche de este martes desbordados por las continuas llamadas de ciudadanos que informaban de daños por las fuertes rachas de viento, aunque la mayoría eran de escasa entidad.

Sin embargo, los efectos más notables se podían presenciar en el Passeig Sagrera, donde las copas de ocho palmeras fueron arrancadas por el viento, «pero nos tememos que a lo largo de la noche puedan ser más, porque las hay que están a punto de ceder», explicó un bombero a Ultima Hora. Los agentes de la Policía Local, que horas antes habían acordonado la zona, restringieron anoche los viales para la circulación de vehículos.

El Ajuntament de Palma había cerrado el paseo ante la alerta naranja de la Aemet por precaución. Como se recordará, el pasado 2 de noviembre, una turista brasileña falleció en Dalt Murada cuando la copa de una palmera también arrancada por el viento le cayó sobre la cabeza, ocasionándole la muerte al instante.

Las múltiples llamadas que recibieron los servicios de emergencia fueron mayoritariamente por pequeños incidentes, como caídas de ramas, farolas o contenedores volcados. Sin embargo, otros revestían mayor gravedad: en el Coll d’en Rabassa, el voladizo de la nave Materiales Durán amenazaba con salir despedido. Algo parecido ocurría con la cubierta del párking del Camí de Jesús, 25.

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Este jueves, han comenzado las tareas para retirar las palmeras caídas por el viento.

Carreteras cortadas

También se registraron carreteras cortadas por obstáculos. Eran la carretera de Lloret (Ma-3011); la Ma-13 hacia Alcúdia a la altura de la rotonda Can Bisanye; la carretera de Binissalem (Ma-3021); la de Puigpunyent a Galilea (Ma-1032), y la de Maria de la Salut (Ma-3520). Los equipos de emergencia trabajaban anoche para restablecer la normalidad.

A lo largo del día se habían sucedido decenas de incidentes por la fuerza del viento. En Palma, en La Rambla, el vendaval causó la caída de un árbol. Afortunadamente no hubo que lamentar heridos, ya que en ese momento no circulaba nadie. Los Bombers de Palma tuvieron que acudir para desbrozarlo y hacer que se restableciera el tráfico rodado en ese punto de la capital balear. Además de este punto de la capital, también tuvieron que acudir al Passeig Marítim por la caída de una palmera y a varios puntos de la ciudad por roturas de toldos.

Tampoco se salvó el cableado eléctrico de distintos edificios de Palma, como en la calle Joan Crespí, donde se personaron los bomberos para evitar males mayores. En Pare Jeroni Boscana, las barandillas del ático amenazaban con caer a la calle, con el consiguiente peligro que hubiese provocado, a causa del vendaval. Este martes por la mañana, los efectivos intervinieron en el lugar para minimizar así el riesgo.