Representación de la comunidad sij de Baleares reunida frente a su templo en la barriada de Pere Garau | Julio Bastida

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La comunidad india afincada en Palma ha expresado de una forma pública y mayoritaria su «apoyo y respaldo» al sacerdote detenido y acusado de cometer abusos sexuales sobre una niña de nueve años. Centenares de personas se congregaron este domingo en la iglesia hindú de la calle Francesc Pi i Maragall, en la barriada de Pere Garau, para apoyar al religioso y cargar duramente contra los intereses «oscuros y vengativos» del padre de la menor denunciante.

«Todo es mentira. La niña ha cambiado de versión varias veces y está condicionada por su padre que es un hombre que mantiene un enfrentamiento y enemistad manifiesta con nuestro sacerdote», apunta uno de los portavoces de la comunidad.

«Nuestro pueblo está integrado por unas 1.300 personas en Mallorca. Llevamos desde el año 2009 en el barrio y nuestra relación con nuestros vecinos es extraordinaria. Somos gente buena, respetuosa y nos integramos con el resto de residentes. De hecho, todos los domingos rendimos culto a nuestros dioses y nuestras celebraciones están abiertas a todo el mundo. Puedes entrar y ver que también hay españoles en nuestro templo», señala Bhadar Singh, presidente del templo Sij.

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El padre de la niña es una persona que acude varios días por semana al templo. «Desde hace tiempo, por celos, venganza y enemistad con el religioso, había tratado de que la comunidad lo destituyera. Acudía a los comercios de la zona, se entrevistaba con miembros de nuestra religión y todo ello para conseguir echar al sacerdote. Al ver que no lo conseguía, se han inventado toda esta historia», comenta otro de los portavoces de la comunidad.

«Es falso»

«Hemos querido invitar a los periodistas de Ultima Hora para que vean que la comunidad está con nuestro sacerdote. Hemos iniciado una recogida de firmas porque queremos prohibirle la entrada al padre de la menor», explican los portavoces.

Los hechos investigados por el juzgado se produjeron el pasado 15 de enero, cuando el religioso invitó a la niña a entrar en su estancia privada, mientras sus padres estaban de espaldas y seguían con el rezo. Fue entonces cuando, según la denuncia, le ofreció un euro y la comenzó a manosear en las partes íntimas. La cosa no acabó aquí y dos días después se volvieron a repetir los hechos. El religioso fue detenido y puesto después en libertad con cargos. Él siempre ha sostenido que todo es falso.