El acusado ingresó en prisión el viernes por la tarde. | Alejandro Sepúlveda

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El pirómano que quemó la antigua prisión de Palma, y que provocó intoxicación grave a dos indigentes que dormían allí, había advertido que «le pegaré fuego a la cárcel y a las ratas que hay dentro (refiriéndose a los okupas)», según consta en el auto de ingreso en prisión.

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Varios testigos escucharon las amenazas previas del detenido y cómo aseguraba que «si yo no duermo allí, no dormirá nadie». Además, tras el incendio, y cuando se encontraba en un centro para personas sin recursos, se vanaglorió de ser el incendiario: «He sido yo, qué pasa».

Otro dato inquietante que ha trascendido es que el acusado tuvo otro episodio pirómano, en concreto cuando quemó el cabezal de la cama de su casa durante una riña familiar. Se trata de un individuo muy violento, al que le constan cuarenta detenciones anteriores por diferentes delitos, y que desde el viernes por la tarde vuelve a estar entre rejas. Ese día, tras declarar ante el juez de guardia y negar los hechos, se encaró con los fotógrafos de prensa que lo esperaban a la salida del juzgado y amagó con propinar una patada a uno de ellos.