La familia de Naia ha emitido un comunicado a las puertas de la primera Navidad sin la pequeña. | Redacción Digital

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La familia de la pequeña Naia, la niña que murió en el colegio La Salle de Palma tras ingerir un postre con un ingrediente al que era alérgica, ha vuelto a manifestarse este viernes frente al centro educativo con pancartas reclamando justicia, y otra que afirmaba «Ya no hay Navidad sin Naia. Las responsables siguen trabajando aquí». Además, han emitido un comunicado que explica la situación de pasar sus primeras Navidades sin la niña, una época del año que «ha perdido todo el sentido».

Recuerdan la fatídica fecha en su misiva, apuntando a que «está claro que hubo muchas negligencias ese día. Es imposible describir cómo nos sentimos desde aquella fecha y ahora, que tenemos que soportar que dos personas presuntamente responsables estén trabajando dentro del colegio».

Para la familia lo normal hubiera sido que, ante un «error grave» que conlleve la muerte de un niño, una persona sea inhabilitada temporalmente de su actividad hasta que se resuelva el caso en los tribunales.

«Sabemos qué sucedió, al igual que lo sabe el colegio, y nos llena de angustia y tristeza que no tomen medidas donde ocurrió el suceso, en el comedor. Han querido despistar cambiando cosas referentes a meriendas y personal sanitario, y sin embargo ahí dentro sigue habiendo gente incompetente con la responsabilidad más grande del mundo: un niño».

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Tragedia

No es la primera vez que el entorno más cercano de la pequeña fallecida se concentra a las puertas del centro educativo palmesano para pedir justicia ante la gran tragedia de perder a Naia. La niña murió sobre las dos de la tarde del 24 de mayo tras comer un sándwich de helado de nata, que contenía proteína de leche de vaca, a la que era alérgica.

La niña empezó a encontrarse mal y se desplomó. Según fuentes de la familia, los profesores tardaron más de 50 minutos en llamar a los facultativos, por eso la niña entro en parada cardiorrespiratoria. Varias ambulancias se desplazaron hasta el centro escolar en cuestión de minutos tras la llamada. La menor sufrió un shock anafiláctico, entró en parada cardiorrespiratoria y los médicos del 061 intentaron estabilizar sus constantes durante más de una hora, pero no consiguieron salvarle la vida.

Naia habría cumplido cinco años el 1 de septiembre. La madre de la niña hizo pública una carta a través del Facebook de una amiga. La mujer relató cómo fue el último día que vio a su hija. «Recuerdo su mirada antes de perderla de vista, cruzando la puerta, y un guiño de ojo confirmando nuestro reencuentro al acabar la jornada». Esa tarde tenían previsto ir al cine a ver el estreno de Aladdín, pero todo se truncó a mediodía.