El acusado, el monitor de un colegio, este martes en el banquillo. | Guillermo Esteban

TW
2

El juicio contra el portero y exmonitor de actividades religiosas y de teatro de un colegio de Palma, para quien la Fiscalía pide 31 años de prisión, acusado de abusos sexuales, pornografía infantil y trato degradante, se celebrará a puerta cerrada. Así lo ha confirmado el tribunal, a petición de las partes.

La Audiencia de Palma juzga desde este martes al hombre, por unos hechos que ocurrieron a lo largo de tres años, cuando impartía catequesis y actividades extraescolares a alumnos de sexto de primaria de entre 11 y 12 años. Al parecer, realizó tocamientos a varios alumnos, llegando a grabar a uno de los niños.

El tribunal ha acordado la celebración del juicio a puerta cerrada «por lo menos en lo que se refiere a la declaración del acusado y la exhibición de la pruebas documentales referidas a los menores», con el fin de «preservar su indemnidad», ha explicado el presidente del tribunal, el magistrado Jaime Tártalo.

Al comienzo del juicio en la Audiencia de Palma, la Fiscalía ha pedido que se celebre a puerta cerrada por la edad de los menores, (que tenían entre 11 y 12 años), y por el contenido del material que se visionará en él, «con evidente connotación sexual con menores de edad practicando sexo» y vídeos de pornografía infantil y por considerarlo «indispensable» para garantizar que se preserve la intimidad de los afectados.

Noticias relacionadas

El tribunal ha admitido la petición, que ha considerado «razonable», con el fin de preservar la indemnidad de los menores y a la vista de que se van a poner de manifiesto circunstancias que afectan a su dignidad. «El resto de la prueba, en tanto no haya exhibición documental, ya valoraremos la oportunidad o no de permitir el acceso público al acto del juicio», ha agregado el magistrado.

Por otra parte, el tribunal ha acordado la declaración presencial de los menores en el juicio, porque la prueba fue solicitada así y así se admitió, y por considerar que no hay ninguna circunstancia psicológica u otro tipo de consideración que haga pensar al tribunal que pueda causarles ningún daño a los menores.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos que se juzgan ocurrieron entre 2015 y 2018, cuando el hombre impartía catequesis y actividades extraescolares a alumnos de sexto de primaria de entre 11 y 12 años, y realizó tocamientos a varios alumnos y grabó a uno de ellos.

Según la Fiscalía, el hombre se aprovechó de su condición de monitor pastoral y de la diferencia de edad para satisfacer su ánimo libidinoso en varios episodios de abusos a cinco menores.

El juicio ha comenzado con casi dos horas de retraso por problemas técnicos con el sistema para visionar las pruebas. El presidente de la sala ha pedido disculpas a las partes y ha expresado «el malestar del tribunal por la situación creada». «Y por las deficiencias de medios con las que tenemos que desarrollar nuestro trabajo diariamente», ha agregado.
En el registro del domicilio del acusado, la policía halló varios discos duros y tarjetas de memoria con fotografías y vídeos de carácter pedófilo.