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La Audiencia de Barcelona ha condenado a tres años y dos meses de cárcel a un sargento de la Guardia Civil que formaba parte de una banda que se dedicaba a introducir tabaco de contrabando y a robar mercancía de contenedores almacenados en el puerto de la capital catalana.

En su sentencia, la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona condena al guardia civil, al que también impone una multa de 3,9 millones de euros por el fraude del tabaco de contrabando, así como a una decena de miembros de la banda, integrada por transportistas, estibadores y operarios de cabina del puerto de Barcelona.

Según mantiene el tribunal, la trama que integraban los condenados se dedicó, entre 2009 y 2010, a robar mercancía valiosa cargada en contenedores almacenados en la zona Tercat del puerto y que estaban preparados para ser transportados fuera de zona aduanera.

También, a petición de terceras personas, la red actuaba para sacar del puerto contenedores con tabaco importado ilegalmente para distribuirlo en España, burlando los correspondientes controles aduaneros.

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En ambos casos, los integrantes de la banda restituían posteriormente los contenedores a su ubicación original para que no pudiera detectarse el robo, en ocasiones sustituyendo la mercancía robada por otra de menor valor y en otras llenándolos de agua y arena.

La sentencia detalla que el sargento condenado era el encargado de informar al líder de la banda -ya fallecido- del tiempo en el que contenedor llegaría al puerto y si estaba sometido a controles aduaneros, tras lo que facilitaba una salida controlada del camión que llevaba la carga a través de la cabina de «vacíos».

Por su condición de agente de la Guardia Civil, el sargento condenado tenía acceso a la base de datos policial, en la que, añade la sentencia, «obtenía información restringida que le permitía detectar e identificar la posible presencia de miembros policiales operativos de un dispositivo de control y seguimiento».

De esa forma, gracias a la información facilitada por el guardia civil condenado, el líder de la banda pudo detectar la presencia de un vehículo camuflado de los Mossos d'Esquadra cuando la policía catalana empezó a hacer seguimientos a los miembros de la red para desarticularla.

La sala, que ha aplicado la atenuante de dilaciones indebidas, ha condenado a los miembros de la red por los delitos de asociación ilícita, hurto, robo con fuerza, contrabando, falsificación y efectos timbrados y receptación.