La dependienta denunciada, manipulando la caja.

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La dueña de un conocido supermercado de Santa Ponça, en Calvià, ha interpuesto una denuncia contra una exempleada por robarle dinero de la caja registradora. «Todo comenzó en abril de 2018. Yo me quedé embarazada y tuve que dejar el negocio en manos de una empleada. Nunca pensaba que sería la mayor de mis pesadillas», apunta la propietaria.

Al regresar de la baja por embarazo, la propietaria del establecimiento comenzó a detectar cosas extrañas y la facturación anual cayó desplomada. De 94.000 o 92.000 euros pasaron a escasos 53.000 euros brutos. «Yo veía que mi empleada se había comprado un coche muy bueno, relojes, gafas, etc, pero nunca iba a pensar que lo haría con mi dinero. Cuando comencé a mirar las cámaras se destapó todo el pastel», añade la denunciante.

En las imágenes aportadas por la dueña del supermercado a la Guardia Civil y al juzgado, puede verse a la citada empleada manipulando la caja y, en algunas ocasiones, tapando el objetivo de las cámaras con bolsas o paneles de plástico. Otras veces, si que se detecta la manipulación del dinero, siempre según la versión de la parte denunciante.

«Ha sido poner la denuncia y he comenzado a recibir amenazas por parte de sus familiares. He vuelto a denunciar y ahora parece que se han parado», concluye.