La procesada, el día que declaró ante el juez de guardia en Vía Alemania. | Alejandro Sepúlveda

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Dijo en su día que la que era la pareja de su exmarido se mofaba de ella cuando se cruzaban por Magaluf. Ambas son británicas y residían en Calvià en el momento del suceso, el 8 de mayo del pasado año. Sobre las 19.00 horas, la acusada, que conducía su vehículo, vio a la otra chica por la calle Federico García Lorca, a escasos metros de Punta Ballena. En ese momento aceleró la marcha y la atropelló, causándole lesiones de diversa consideración.

Este martes la acusada, de 30 años, reconoció los hechos en un juzgado de lo Penal de Palma y aceptó una condena de dos años de cárcel y la prohibición de comunicarse y acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante los próximos tres años.

Tras el atropello la conductora huyó del lugar a gran velocidad. Los testigos del accidente, una decena de compatriotas de ambas, confirmaron a la Guardia Civil que la ya condenada aceleró la marcha, se subió a la acerca y arrolló a propósito a la chica, de 24 años de edad.

Meghan T., la víctima.

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También dieron los detalles necesarios para que los investigadores pudieran localizar a la sospechosa minutos después. Lo hicieron en Cala Vinyes. Descubrieron que la principal sospechosa era la exmujer del novio de la víctima. Fue detenida y acusada de homicidio en grado de tentativa. Estuvo privada de libertad tres días. El juez de guardia la dejó libre con cargos tras tomarle declaración. Afirmó que solo quería asustarla y que la víctima, que era pareja de su exmarido, se mofaba de ella cada vez que coincidían por Magaluf, donde ambas trabajaban por aquel entonces. El accidente tuvo una amplia repercusión mediática en los medios británicos. Los principales tabloides de las islas siguieron durante días la evolución del caso del triángulo amoroso de Magaluf.

MAGALUF. ATROPELLOS. El triángulo amoroso en Mallorca que ha cautivado a la prensa británica.

Este martes se celebró la vista en los juzgados de Vía Alemania. Tras un acuerdo de conformidad entre las partes la condena quedó fijada en dos años de cárcel y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante tres años. Tampoco podrá comunicarse con ella durante ese mismo periodo de tiempo.

Tras la petición de su abogado, la pena quedó suspendida y la acusada no entrará en prisión.