P., de 16 años, hijo de Gloria Zavala, la mujer que apareció sin vida en s’Arenal el día 15.

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Pensaban que mezclándose entre la gente de un conocido barrio conflictivo de Bruselas iban a pasar desapercibidos. El hijo de la mujer asesinada en s’Arenal y su novia eligieron una zona de la capital belga conocida por su multiculturalidad y elevado índice de delincuencia y así poder moverse sin levantar sospechas.

Su intención de no ser localizados por la policía se fue al traste pronto. Su periplo por el país duró unos pocos días. Ambos fueron detenidos este martes y se está a la espera de que se ponga en marcha el proceso de extradición de la pareja.

P. y su novia, J., abandonaron Mallorca poco antes de que apareciera el cuerpo sin vida de Gloria Zavala, en la madrugada del martes de la semana pasada, escondido en un arcón de su vivienda, en la Carretera Militar 278A, en s’Arenal. Todo apunta a que la pareja voló a la Península y de ahí se desplazaron hasta Bélgica. Se investiga si alguien dio apoyo a los jóvenes en algún punto tras abandonar la Isla o posteriomente ya en el país belga.

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Lo que se sabe que es al llegar a Bruselas optaron por hospedarse en un hotel ubicado en un barrio conocido por su conflicitividad. El carácter multicultural del barrio elegido les hizo pensar que podrían establecerse allí sin levantar sospechas. Nada más lejos de la realidad. La policía les seguía sus pasos y sabía dónde estaban. Después de varios días de vigilancia en las inmediaciones del establecimiento hotelero, los dos menores de edad fueron arrestados este martes. Junto al Grupo de Homicidios de Palma ha participado el de Fugitivos de la comisaria general de Madrid.

Las autoridades belgas disponen de entre cinco y 25 días para aceptar la solicitud de extradición y enviarlos a Madrid, previo paso a que aterricen en Palma.

La muerte de Gloria fue violenta. La principal hipótesis es que fue asfixiada. El cuerpo sin vida de la mujer fue hallado dentro de unas bolsas de plástico, dentro de un arcón, en el garaje de su casa. Su hijo, P. de 16 años, es el principal sospechoso del crimen.