Sebastián Oliver y Ramón Domingo, en el Paseo Mallorca. | Julio Bastida

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El fallecimiento de Herminia Beatriz, auxiliar de servicios del aeropuerto de Son Sant Joan, ha conmocionado al sector de la seguridad privada de Baleares. Varios sindicatos y vigilantes han transmitido su indignación. «La muerte de Herminia se podría haber evitado. AENA y la empresa Visabren (Trablisa) estaban más que al tanto de que esta agresión podía ocurrir», apuntan desde FTSP-USO.

Por su parte, Sebastián Oliver, del sindicato Espartanos, comenta: «Hay que dejar muy claro que Herminia no era personal de seguridad, era una auxiliar de servicios. Desde hace años llevamos denunciando que AENA y Trablisa por ahorrar dinero cubren con este tipo de trabajadores la figura de los vigilantes. Lo hacen para tratar de vender una falsa seguridad y abaratar los costes. La Delegación del Gobierno y el departamento de Seguridad Privada de la Policía Nacional deberían tomar cartas en el asunto. ¿Actuarán ahora o seguirá todo igual?», se preguntan.

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Por su parte, Ramón Domingo, vigilante del aeropuerto desde hace más de 18 años, señala: « A Herminia con antecedentes cardíacos y más de 64 años la tenían haciendo jornadas de 16 horas -incluso en horario nocturno- en un lugar muy conflictivo de la terminal C, en llegadas del aeropuerto».

Desde FTSP-USO también sostienen que la legislación vigente dice que los auxiliares de servicios sólo realizarán funciones de información y orientación. No pudiendo realizar controles de acceso o prohibir el paso a nadie».

El sector de la seguridad privada está especialmente molesto porque la empresa en la que trabajaba Herminia se presentará como acusación particular cuando «ellos podrían haber evitado esta desgracia», concluyen.