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«Con la noticia del periódico se la voy a liar al hijo de la garau (el policía y sindicalista Jaime Garau Calero). Que se joda!!! Voy a abrir informativas ahora mismo. Vienen ríos y guerra. Mira lo que ha manuscrito como perfil WhatsApp de UII (Unidad de Intervención Inmediata de la Policía Local). No son águilas, son comadrejas... Se compara con el pacífico de Ghandi. Está loco».

Los wasaps que constan en el informe policial del ‘caso Cursach’ que se intercambiaban el juez Penalva, el fiscal Anticorrupción Miquel Ángel Subirán y varios integrantes del Grupo de Blanqueo de la Policía Nacional evidencian, en tono grosero y despectivo, una especial animadversión hacia el investigado Jaime Garau, al que solían referirse como ‘hijodelagarauputa’.

Estos comentarios se registraron cuando los instructores abrieron una nueva línea de investigación que afectaba plenamente al investigado Jaime Garau. Esta pieza era secreta en aquel momento, pese a lo cual filtraron a un diario su existencia para que la noticia llegara a Garau y al resto de investigados.

En un momento dado, uno de los instructores de la causa apuntó al resto de integrantes del chat: «Como sea este hijo puta el del coche va a necesitar alas (sin h inspectora) para no ir a la cárcel o que le peguemos dos tiros (menos Subi que falla, seguro). Este ‘hijodelagarauputa’ es el del coche, el de la moto y el que orquestó las entradas en mi casa. Nada de tiros. Prefiero estrangularlo».

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Para finalizar la conversación, uno de los máximos responsables de la investigación que participaba muy activamente apuntó, en tono chulesco: «Tu tranqui, que a todo cerdo le llega su San Martín y a este le llegará más pronto que tarde. San Martín igual le perdona. Yo no», concluye.

«La 31 me engañó»

Los wasaps son muy reveladores sobre la supuesta «traición» o «engaño» de la testigo protegida número 31 (la ‘madame’) al juez instructor. En una conversación registrada el 3 de diciembre de 2017, a punto de estallar el escándalo de los wasaps entre Penalva y la ‘madame’, uno de los instructores del ‘caso Cursach’ inició la siguiente conversación: «Menudo hijo de puta el Martínez ese (abogado defensor de uno de los investigados). Aquí puedo decirlo no? Menudo ojito tengo últimamente. Son los peores. No me engañó nunca, ni Gaspar, ni Socias (otros abogados), sólo la 31 (la ‘madame’). Fuerza y honor. Como tú dices. Me está quedando de puta madre. Creo que quedará en ridículo ante la sala. El ‘Subi’ tiene más ojo que yo. Yo soy demasiado confiado y así me va. La 31 me engañó. Pero en vosotros y con vosotros a muerte. Confianza total (en referencia a policías del Grupo de Blanqueo que participaban en el chat)».

Relación sexual

Por otra parte, un subinspector del Grupo de Blanqueo (detenido recientemente) contesta al mensaje del instructor. «A mí la 31 no me engañó». A lo que otro integrante del chat le responde: «Porque te la follabas. Jugabas con ventaja». En varios mensajes de wasaps intervenidos se hace referencia a que el citado subinspector del Grupo de Blanqueo y la testigo protegida número 31 mantenían relaciones sexuales. Este hecho era sobradamente conocido por el juez Manuel Penalva, el fiscal Miguel Ángel Subirán y por los entonces integrantes del Grupo de Blanqueo del CNP.