La conductora circuló alrededor de veinte kilómetros en sentido contrario en la autopista de Inca.

TW
52

«Lo siento mucho, tenía mucho miedo de dar la vuelta en mitad de la autopista y seguí circulando pegada a la mediana. Iba lenta y puse los cuatro intermitentes para intentar que los otros conductores me vieran». Catalina C.C., la vecina de Lloseta de 59 años que el viernes por la noche circuló 20 kilómetros en dirección contraria por la autopista de Inca y provocó un accidente con un herido, ha sido imputada por la Guardia Civil por conducción temeraria y un delito contra la seguridad vial.

Tal y como adelantó este sábado Ultima Hora, poco antes de las diez de la noche los equipos de emergencia fueron alertados de que un coche había entrado en sentido contrario en la Ma-13, la autopista de Inca, a la altura de Mallorca Fashion Outlet, en Marratxí. Al poco tiempo, un joven de 26 años que se topó de frente con la conductora tuvo que dar un volantazo, se salió de la calzada y volcó aparatosamente. El varón resultó herido leve, pero la otra conductora siguió con su conducción kamikaze, en dirección a Inca.

Alerta máxima

Noticias relacionadas

A partir de ese momento, se vivió una frenética actividad para interceptar a la conductora y evitar que provocara algún accidente mortal. Todas las patrullas disponibles de la Guardia Civil -seis en total- se desplegaron por la autopista, al igual que bomberos y policías locales. A la altura de Consell, un camión de los bomberos se topó con la señora, a la que le dio luces para que se detuviera. Ella, sin embargo, siguió su camino y el vehículo pesado tuvo que desviarse para no chocar.

Finalmente, tras quince minutos de búsqueda desesperada, la conductora pudo ser interceptada pasado Inca, en el desvío hacia el Puig de Santa Magdalena. Estaba desorientada y asustada, pero dio negativo en la prueba de alcohol y drogas. Explicó que salía del antiguo Festival Park y por equivocación se metió en la autopista en dirección contraria.

Interrogada por los agentes sobre por qué no se detuvo en el arcén, aseguró que le venían coches de frente «y decidí seguir, porque tenía mucho miedo de girar». Insistió en que circulaba a una velocidad lenta, circunstancia que ha sido confirmada por las cámaras de la Dirección General de Tráfico. Pidió perdón «por la que he liado» y ha sido imputada por conducción temeraria y contra la seguridad vial. Tendrá que prestar declaración en un juzgado por su conducción kamikaze de 20 kilómetros.