El acusado, en el Juzgado de lo Penal número 3 de Palma, antes de negarse a declarar. | Juan P. Martínez

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La sala de lo Penal número 3 de Palma acogió este martes el juicio contra un agente de la Policía Local de Capdepera acusado de espiar a su jefe en noviembre de 2016. Entró a su despacho y grabó en dos cedés información personal y profesional de su superior. Días después se lo hizo llegar al alcalde a través de una instancia en el registro del ayuntamiento.

El procesado se enfrenta a una petición de cuatro años de prisión por un delito de revelación de secretos y al pago de 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil. El exagente, en la actualidad apartado del cuerpo, se negó a declarar en sala y se remitió al testimonio que ofreció cuando el caso se encontraba en fase de instrucción. El perjudicado recordó que saber que un subordinado había accedido a sus archivos le perjudicó. «Estuve muy mal, me afectó en la salud y en mi vida familiar», relató.

El jefe de la Policía Local explicó lo que se encontró en los discos cuando el alcalde le avisó lo que había entrado en el Ayuntamiento a través del registro. «Había fotos de mi mujer, de mis hijos, de mis nietos e incluso de la cartilla del banco, además de muchos documentos. No sé qué pudo hacer este hombre con el contenido», apuntó.

Explicó ante el juez por qué había ese tipo de información en su ordenador de trabajo. «Uso Dropbox y las fotos que hago se sincronizan con la cuenta que tengo abierta en la computadora», apuntó. El alcalde confirmó que los documentos le llegaron a través de una funcionaria del registro. «Me los dio y consideré oportuno, días después, que el jefe de la policía lo supiera», dijo.

La acusación particular, ejercida por Eduardo Valdivia, y la Fiscalía piden para el acusado cuatro años de prisión y que indemnice al policía por el daño causado. La defensa del acusado, el letrado Fernando Mateas, sostiene que los cedés pudieron ser manipulados y reclama la absolución de su cliente.