Esta clase de estafas se producen en sitios transitados como calles y plazas. | Alejandro Sepúlveda

TW
1

El timo del tocomocho es todo un clásico en el mundo del hampa. Con este nombre se conoce a una estafa de las más tradicionales en nuestro país, un timo, por el que se detuvo el pasado 30 de enero a un hombre de 57 años, que suele desarrollarse por parte de varias personas y en lugares públicos y de tránsito como las calles o plazas, muchas veces a la vista de todos.

En el tocomocho alguien aborda a la potencial víctima esgrimiendo un supuesto billete de lotería premiado, que por razones más o menos variadas o creativas le es imposible cobrar. De este modo el hampón ofrece al futuro estafado un supuesto negocio redondo: hacerse con el boleto premiado por una escasa cantidad de dinero, siempre menos a la que le corresponde cuando cobre dicho premio.

Noticias relacionadas

Habitualmente interviene un segundo estafador, con el objetivo de dar mayor credibilidad al timo, por aquello de que nadie vende duros a cuatro pesetas. De este modo, este 'gancho' muestra un listado de billetes premiados en un periódico en el que obviamente aparece el número en cuestión. Solo que ese listado tiene trampa.

Finalmente, la víctima del tocomocho adquiere el boleto y solo se percata de la estafa al ir a cobrarlo a una oficina de administración de lotería, donde advierte que el premio no era tal y que ha sido objeto de un engaño.