La potra Ketama, de un año y siete meses de edad, en un establo del Port d’Alcúdia. | Alejandro Sepúlveda

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Un perito ha realizado un informe en el que concluye que uno de los caballos del Port d'Alcúdia fue violado en 2018. El veterinario indica que la potra Ketama, de un año y siete meses de edad, sufre secuelas. Padece estrés y tiene miedo a las personas. En la yegua Chillines, de 15 años, no observó signos de miedo. El facultativo realizó pruebas con los animales basadas en aproximarse a ellos y provocarlos en el establo donde conviven.

El especialista asegura que Ketama muestra signos clínicos de conducta y fisiológicos de estrés producido por una reacción de miedo al acercamiento de personas desconocidas. Estas reacciones son más intensas en la zona donde ocurrieron los hechos.

La Guardia Civil detuvo en abril a un hombre de 54 años y nacionalidad colombiana por un presunto delito de maltrato animal. El acusado se negó a declarar ante la jueza de Instrucción 2 de Inca alegando que no se acordaba de nada y quedó en libertad. La primera vez que la propietaria de los caballos observó que la potra tenía heridas en la zona genital fue a principios de enero. El sospechoso le introdujo un palo por la vagina y le ocasionó desgarros. A raíz de este incidente, la mujer decidió instalar una cámara en la cuadra.

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El 3 de marzo, entre las 22.45 y las 03.45, el hombre fue grabado cuando accedió al interior del establo. Se bajó los pantalones y mantuvo relaciones sexuales con la yegua. El sospechoso ató al animal y cogió una silla para poder llegar hasta sus genitales. La yegua sufrió heridas y la factura del veterinario ascendió a 220 euros.

El hombre entró de nuevo en el interior del establo y tuvo sexo con el animal, que sufrió desgarros vaginales, edemas en las vulvas y hematomas. La propietaria de los equinos, asistida por el abogado Diego Marín, solicitó de nuevo la presencia del veterinario, que le entregó una factura de 290 euros.

Las heridas de la yegua han curado con normalidad tras el paso del tiempo, pero la potra tiene un comportamiento hostil hacia las personas.