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Testigos presenciales han relatado este miércoles que una madre que murió en la noche de este martes en la riada de la localidad de Sant Llorenç logró salvar a su hija de cinco años, pero no a su hijo de 6 años, que está siendo buscado desde entonces por los equipos de rescate.

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Según este trágico relato de la fatídica tormenta, en el vehículo Hyundai de la familia de Joana Lliteres Planas circulaba la joven mallorquina, sus tres hijos de corta edad y la abuela. La tromba de agua los sorprendió cerca de Son Carrió, localidad que también sufrió graves daños, y el coche fue arrastrado por el lodo. Algunos testigos corrieron en su auxilio, entre ellos un alemán que pudo sacar a uno de los niños. La abuela logró salir y la madre salvó a su hija, pero luego desapareció en el agua con su otro hijo de seis años. El cuerpo de la mujer fue hallado por la tarde cerca del punto en el que fue vista por última vez. Del menor no se tienen noticias y todos los esfuerzos de los equipos de emergencia se centran en él.

La de Joana Lliteres no es la única historia que ha trascendido. Una de las primeras víctimas que se cobró la riada mortal fue el exalcalde de Artà, Rafel Gili, cuyo vehículo fue arrastrado por la torrentada. No pudo salir a tiempo. Al político, que era muy apreciado, se le ofició el funeral ayer en la iglesia parroquial de Artà, que se quedó pequeña para acoger a todos los familiares, amigos y vecinos que quisieron darle el último adiós.