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La Audiencia Provincial ha revocado una condena por amenazas de un hombre a su antigua pareja porque el juez ordenó traducir unos mensajes incriminatorios en las que se basaba la condena inicial.

El acusado, de nacionalidad holandesa, amenazó en varias ocasiones a su expareja a través del móvil, pero lo hizo en ese idioma. La defensa, ejercida por la abogada Asunción Deyá, de Campaner Law, recurrió la condena porque no fue ni la fiscalía ni la acusación particular quien pidió traducir esa prueba. Al hacerlo de oficio el juez, la Audiencia entiende que era a las acusaciones a quienes tocaba aportar pruebas que sustentaran el delito e invalida los mensajes.