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Resacón en Magaluf. El turismo ‘selecto’ que llega a este enclave turístico provocó el viernes por la tarde el enésimo escándalo de la temporada que acaba de empezar.

Un grupo de jóvenes, la mayoría de ellos británicos, se embarcó en una party boat y consumieron bebidas alcohólicas con desenfreno. De vuelta a la playa, a eso de las seis y media, muchos desembarcaron en un estado lamentable. De hecho, algunos casi no se tenían en pie. Y todo apunta a que no era por un mareo del barco.

Escándalo

La sorpresa llegó cuando once de esos turistas tocaron la arena y decidieron desnudarse por completo. No para cambiarse en segundos y ponerse una muda, sino para empezar una serie de juegos y carreras a pelo. «Nos quedamos sorprendidos porque ya no se cortan nada. Empezaron a luchar entre ellos, como en un combate de gladiadores en la arena y luego hacían montañas uno encima del otro, riendo y gritando. O carreras desnudos», contó uno de los testigos, que se quejó que, a esa hora, la playa de Magaluf estaba llena de familias con niños.

«Fue un espectáculo –sigue narrando–. Lo peor es que esos que ya van borrachos por la tarde siguen por la noche en Punta Ballena, como zombis».

La juerga duró quince minutos y después, rebozados en arena, se pusieron los bañadores y se dirigieron al hotel, tambaleantes. Sólo los más escrupulosos pasaron por el mar o la ducha antes de vestirse. No vaya a ser que el agua sin alcohol les siente mal.