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Las pruebas recabadas hasta el momento apuntan a que el muerto que apareció el jueves en el hueco de las tuberías de un edificio de Cala Lliteres, en Capdepera, es el cocinero alemán que desapareció misteriosamente en agosto en Cala Rajada. El viernes se cotejaron las pruebas del ADN para confirmar este extremo y también se practicó la autopsia al cadáver, que no ha descubierto indicios de violencia.

Tal y como adelantó el viernes en primicia Ultima Hora, el macabro hallazgo se produjo pasadas las nueve de la mañana en el garaje de unos chalets adosados de la calle Tramuntana, al que habían acudido dos operarios porque los vecinos se quejaban de mal olor en el cuarto de las tuberías y el aire acondicionado. Para llegar a ese conducto los fontaneros tuvieron que subir dos metros, arrastrarse por un pasillo angosto, y llegar a la pequeña estancia, donde se halló el cuerpo sin vida. El hombre estaba boca arriba, en posición de decúbito supino, y tenía los brazos extendidos. Vestía con una camiseta corta de color gris, unas bermudas o bañadores y deportivas sin calcetines. El mismo atuendo que al parecer llevaba Kai Palma el día que desapareció.

Una lata y una botella

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Junto al cuerpo sólo había una botella de agua mineral, ya sin la etiqueta por los meses transcurridos, y una lata aplastada. En el recinto había también cinco aparatos de aire acondicionado, lo que explicaría los cambios súbitos de temperatura en el interior y por qué una parte del cuerpo estaba prácticamente momificado. La Policía Local de Capdepera fue la primera en subir al conducto, después de que los fontaneros dieran la voz de alarma, y después el caso pasó a manos de la Guardia Civil, que precintó el garaje.

En la autopsia practicada se tomaron muestras que han sido enviadas a laboratorios. El cotejo de las pruebas de ADN puede durar de tres a cuatro semanas.

La familia, destrozada, espera noticias

La familia de Kai Uwe Palma se enteró el viernes de la aparición de un cuerpo sin vida en Cala Lliteres, cerca de donde él desapareció, por este diario y trató de conseguir más información sobre el hallazgo. Sus allegados están muy afectados y preocupados, pero de momento nadie les ha confirmado que el cuerpo sea el del cocinero alemán que fue visto por última vez en Cala Rajada en agosto. Kai llegó desde Colonia para trabajar como cocinero en Mallorca, pero no se adaptó. En agosto pidió un adelanto a su jefe y el día 17 de ese mes les dijo a sus compañeros que salía «un momento». Nunca volvió.