Agentes de la Policía Judicial inspeccionaron garaje donde se produjo el hallazgo. | Alejandro Sepúlveda

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Macabro hallazgo en Cala Lliteres, en el municipio de Capdepera. Un trabajador descubrió este jueves un cadáver en avanzado estado de descomposición en los bajos de unos chalets adosados, en un angosto hueco para las tuberías. La Guardia Civil montó un gran despliegue en la zona y una de las hipótesis principales apunta a que podría tratarse del cocinero alemán que desapareció en Cala Rajada en agosto pasado.

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La zona del garaje donde se encontró el cadáver quedó precintada y se prohibió que nadie, salvo los investigadores, entraran en ese recinto. La Policía Judicial del Equipo de Manacor se hizo cargo de la inspección ocular y también se movilizó a la policía Científica, así como al forense de guardia. El cadáver, de acuerdo con las fuentes del juzgado consultadas por Ultima Hora, estaba momificado en una parte y el resto en estado de putrefacción, por lo que parece que llevaba bastantes meses en aquel recinto. Apareció en posición decúbito supino.

El forense no detectó signos de violencia, pero la Benemérita está a la espera de los resultados de la autopsia para aclarar la causa de la muerte y, sobre todo, cómo llegó allí la víctima. Las ropas que llevaba el fallecido coinciden con las que vestía el cocinero alemán de Cala Rajada el día que desapareció en verano. Durante todo el día la Benemérita buscó a vecinos de la zona para hacerles preguntas relativas al hallazgo. El caso de la desaparición de Kai Palma, de 28 años, está bajo secreto de sumario. Todo indica que el fallecido de Cala Lliteras es él, aunque este viernes se confirmará este extremo.