Imagen de un momento del juicio celebrado en Vía Alemania. | Tolo Jaume

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Dos días antes de la gran noche de Sant Antoni en Manacor en 2014 se produjo el robo de dos figuras que iban a arder en uno de los tradicionales foguerons. Junto a estas representaciones de cartón piedra también desaparecieron herramientas de una nave y el sospechoso de su sustracción fue juzgado este miércoles en Palma exponiéndose a una pena de 18 meses de cárcel.

El acusado, que negó los hechos, aseguró que pasó la tarde con un amigo con el que por la noche siguieron de copas junto a sus novias. Al salir de un local de madrugada vieron a una patrulla de la Policía Nacional y los cuatro echaron a correr porque «en aquella época teníamos problemillas con la ley». Se ocultaron agazapados detrás un coche antes de ser sorprendidos.

Un Policía Nacional relató que al ver en medio de la calle una figura de Sant Antoni del tamaño de una persona dio aviso a otra patrulla para vigilar la zona. Fue la que localizó a los jóvenes escondidos y varias herramientas y la otra figura bajo un coche. Un agente identificó al acusado, conocido por su historial, pero no se produjo su detención hasta el día siguiente por otros hechos.

La poca distancia entre el lugar donde se hallaron los objetos sustraídos, su cercanía respecto a los jóvenes y el hecho de que el acusado emprendiera la huida llevaron al fiscal a mantener la solicitud de 18 meses de cárcel por un delito de robo con fuerza en las cosas. El abogado defensor pidió la absolución por falta de pruebas e indicios de la presencia del joven en la nave de la carretera de Son Carrió de la que fueron sustraídos los objetos.