Dos de los detenidos durante la operación Goodbye realizada por la Policía Nacional en el poblado de Son Banya pasan a disposición judicial. | M.A. Borràs

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Nueve detenidos en la operación antidroga efectuada el jueves por la Policía Nacional en Son Banya pasaron a disposición judicial la mañana del sábado. El operativo, denominado ‘Goodbye' y en el que participaron unos 80 agentes, concluyó con el arresto de 14 personas.

Tres eran menores de edad y fueron presentadas ante la Fiscalía de Menores. De los 11 adultos, una mujer embarazada y otro varón quedaron en libertad tras declarar en la Jefatura de Policía. Los nueve restantes fueron presentados ayer en el juzgado. Se trata de Alberto S.R., Josué S.F., Xavier Alexander T.J., Antonio D.F., Antonia V.A., Consuelo D.S., Francisca María P.B., Isabel V.A., y Regina B.S.

Los Valencianos

La redada se dirigió contra el clan de ‘Los Valencianos', uno de los más activos de Son Banya y, según informó la policía, supuso la desarticulación de nueve puntos de venta de droga situados en la calle Cinco del poblado.

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En la operación se intervinieron 300 gramos de cocaína, 123 papelinas de heroína, 1.800 gramos de cogollos de marihuana, 690 gramos de hachís, 4,6 kilos en plantas de marihuana, siete móviles, un coche, siete balanzas de precisión y 3.300 euros.

La investigación, que sigue abierta y no se descartan más detenciones, fue realizada por agentes del grupo de estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura de Baleares, al detectarse que en varias viviendas del interior del poblado gestionadas por el clan de ‘Los Valencianos' se vendían sustancias estupefacientes. Al comprobarse las sospechas se lanzó la operación, el pasado jueves por la mañana, la primera de calado que se realiza en el poblado en 2018.

La comparecencia de los detenidos en el juzgado se prolongó hasta la tarde-noche. La jueza decretó prisión sin fianza para dos de los varones (Alberto S.R. y Xavier Alexander T.V.), mientras que los siete restantes quedaron en libertad con cargos.

En el exterior de los juzgados esperaban una treintena de gitanos, como suele ser habitual tras las redadas en el poblado, pero no hubo incidentes.